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Valencia CF | El Valencia se replantea las ventas

El Valencia se replantea las ventas

El club cree que Bordalás favorecerá el crecimiento de futbolistas para obtener más dinero en el futuro | Correia, Racic y Maxi Gómez son los jugadores sobre los que se tienen más esperanzas aunque la asfixia económica puede dinamitarlo todo

Domingo, 11 de julio 2021, 01:46

La necesidad va antes que el deseo. Las prioridades son las que son. Lo sabe Bordalás. Lo sabe Murthy. Lo sabe el que asó la manteca. El Valencia está asfixiado por las deudas a corto plazo. Al girar la esquina. Las nóminas de la plantilla, el pago a CaixaBank, lo que se debe a otros clubes por fichajes. Dicen que el que paga descansa. Pero para hacer frente al desembolso a veces tienes que desprenderte de tu bien más preciado y en un club deportivo son los futbolistas. El técnico es sabedor de todos los pormenores económicos y deportivos del club. Se ha puesto al día. Pero en esas conversaciones en Paterna han plasmado sobre el papel un escenario idílico. Los corazones rodean dos nombres: Gayà y Carlos Soler son intocables. Son las piedras sobre las que edificar el proyecto. El alicantino ha insistido en que se aten en corto y el club le ha manifestado que es su misma intención, aunque sorprende que la comunicación con los agentes del lateral izquierdo sea nula desde hace demasiados meses. Y a partir de ahí, cualquiera puede salir para llenar la caja de caudales. Pero de todos ellos, algunos se han rodeado de caritas sonrientes. Son esos futbolistas a los que la entidad fija con un potencial necesario para progresar y poder sacarle un mayor rendimiento en otro momento. Son tres los elegidos: Thierry Correia, Uros Racic y Maxi Gómez. De los dos primeros se valora su juventud y su florecimiento continuo. Nadie daba un duro por el portugués y en la última campaña ya parece un jugador de fútbol y el serbio se ha hecho fuerte en el centro del campo. Del uruguayo se espera que vuelva a estar entonado ante el gol. Que sea el delantero insaciable del Celta. Y si llega a una cifra cercana a los veinte goles, en el Valencia tienen la certeza de que en Inglaterra sacarán la chequera por él.

Del resto de futbolistas de la plantilla la opinión ya no es la misma. Sorprende que no esté ahí Guedes, pero la confianza en el portugués ha decaído. Tres cuartas partes de la temporada al ralentí y cuando la Eurocopa se acercaba volvió a ser el Guedes de siempre. No ha sentado bien en el club. Y el resultado en la cita continental ha sido nefasta. Olvidado. Si llega una oferta razonable no habrá dudas en venderlo, como en el resto de jugadores: Piccini, Cheryshev, Jason, Diakhaby, Cillessen o Sobrino.

Bordalás confía en sacar rendimiento a todo aquel que esté en el grupo pero sí va a exigir intensidad y compromiso. El que se relaje no estará. Se llame Guedes o no se llame Guedes. Pero también tiene asumido que si el club tiene que hacer frente a algún pago la cuerda se romperá por la venta de algún futbolista. El Valencia ha culminado el ejercicio económico de la temporada 2020-2021 con otro suspenso, es decir con pérdidas. La cruda realidad del proyecto es que, partiendo de los 346 millones de agujero económico que tenía la entidad cuando Lim llegó, la cifra era de 488 a 30 de junio de 2020, a la que habrá que sumarle las pérdidas con las que ha cerrado este curso. La decisión de Peter Lim de aplazar la devolución de 15 millones de los préstamos que aún le debe el Valencia más allá del 30 de junio de 2021 permitirá, al menos, salvar el peligro de entrar en números objetivos de causa de disolución.

El club aprobó en la última Junta General de Accionistas un balance de 26 millones de pérdidas que en realidad eran 34, puesto que se presupuestaron 8 millones de ingreso de abonados que con Mestalla cerrado no han llegado. Sin ventas de jugadores antes del 30 de junio, como así ha sido, esa cifra ponía en riesgo a la entidad. La Ley de Sociedades de capital establece en el artículo 361.1.e que cuando el patrimonio de una empresa es inferior a la mitad de su capital social entra en ese supuesto de quiebra. El Valencia tiene un capital social de 21,5 millones y un patrimonio neto de 41,5. Si se restan a esos fondos propios esas pérdidas estimadas de 34 millones, los 7,5 millones resultantes estarían por debajo de esa barrera de 10,75. En el caso de que el único apunte para salvar esa situación haya sido restar el pago de 15 millones (aplazado) al préstamo de Lim las pérdidas del ejercicio rondarán los 19 millones. Una situación que ahogaría más al club para el siguiente ejercicio, sin ingresos por competiciones europeas y más gasto al asumir los 15 millones a Lim.

Pero el club quiere contentar a Bordalás. El cielo y la tierra respecto a Gracia. Le han prometido el mayor de los esfuerzos para que cuente con la mejor plantilla posible para devolver al equipo de dónde jamás debió salir.

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