El Valencia se reserva para el Supremo el último tiro sobre la ATE

Aunque el club se resiste a pronunciarse públicamente sobre el fallo de la sentencia, por trayectoria y por la posición que hasta ahora ha mantenido Meriton con todo lo que ha tenido que ver con el nuevo Mestalla, hay un altísimo porcentaje de posibilidades de que antes de que se consuman esos 30 días que tiene de plazo, el Valencia anuncie que va a llevar a la última instancia posible el recurso sobre la caducidad de la ATE. Sólo hay que repasar el relato de los hechos que recoge la sentencia para percibir con claridad la actitud un tanto belicosa que ha tenido el club hasta la fecha.

El nuevo tono con la alcaldesa

A pesar de que el tono belicoso entre el Ayuntamiento (desde que está María José Catalá en la alcaldía) y el club ha bajado varios grados, el simple hecho de que el PP no tenga ni mucho menos garantizada la mayoría (VOX ha cogido la bandera anti Lim) para aprobar cuestiones como las fichas y las licencias, influye directamente en la toma de decisiones que desde Madrid y Singapur se van a tomar.

El mismo Valencia de Meriton que hace apenas un par de años aseguraba que con ATE o sin ella iba a acabar el estadio, ahora insiste en decir que tras la sentencia del contencioso-administrativo, el panorama no ha variado ni un milímetro: ni en sus 'firmes' intenciones de terminar la obra de Cortes Valencianas, ni en sus compromisos adquiridos ni en sus beneficios urbanísticos. Vamos, que el club se esfuerza en aparentar que el golpe judicial de este viernes ni siquiera le ha arañado.

Si es esta postura verdaderamente real o tan sólo una estrategia meritoniana más, el paso de los días lo puede ir descubriendo. Al menos, hasta que algún portavoz se quiera pronunciar. De hecho, hace pocos días estuvieron en Singapur Javier Solís, Inma Ibáñez y por supuesto la presidenta Layhoon. La comitiva decidió trasladar a la afición que en ese cónclave –sin Miguel Ángel Corona–, el tema estrella –al margen de las futuras restricciones económicas– fue la situación del nuevo Mestalla. Para Kiat Lim, a quién el club ha situado ahora en el primer plano se supone que por deseo de su padre, fue de hecho la primera lección sobre el tema.

El problema es que aún no se ha registrado ninguna foto oficial de un encuentre entre Meriton y María José Catalá, más allá de esa instantánea que se captó entre la alcaldesa y la presidenta del Valencia el día de la toma de posesión de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat.

A Layhoon, el tema del estadio se le está atragantando más de lo que ella mismo podía imaginar. De hecho, cuando Lim le ordenó regresar a Valencia para arreglar el estropicio que había dejado en todos los frentes Anil Murthy, una de las cuestiones que manifestó públicamente era su intención de dedicarse plenamente a solucionar el atasco de Mestalla. Transcurridos los meses, el panorama no se ha avanzado lo más mínimo: hay 80 millones de CVC, el Valencia asegura que tiene 30 millones más de financiación pero sigue sin haber suficientes garantías (ni para el IVF, ni para el TSJ, ni para las autoridades) para saber cómo se pagará el resto del montante de la obra.

Es más, el último episodio escrito al respecto ha sido la decisión del Ayuntamiento de encargar «con carácter inmediato una auditoria externa e independiente para evaluar el coste de las obras». Cuestión (se decididó hace mes y medio) que ni tan siquiera ha arrancado de manera firme. Aún se está en el cajón de salida: hay que establecer los pliegos de condiciones técnicas y decidir si se hace una contratación directa o sale a licitación.

39 aspirantes a la parcela del viejo estadio

Lo intentó ADU. En el fallo se recoge que hubo más aspirantes al viejo estadio. «El club, añade el actor, solicitó una ampliación del plazo, ya que la concreción solicitada dependía del comprador de la parcela, y habiendo mostrado su interés 39 compañías, había pactado la venta con una sociedad...». El Valencia decía que la actitud municipal acabó por dar al traste con ADU cuando si no salió adelante fue por falta de compradores.

De la licencia de 2008 a la "inaceptable" acusación del club

En la sentencia sobre la ATE se recoge la postura jurídica del Ayuntamiento. «El Valencia tiene concedida licencia de obra del nuevo Mestalla de fecha 28 de julio de 2008, modificada el 19-11-2008 y licencia ambiental 25-6-2008 y modificada el 17-10-2008. La obra está paralizada por voluntad de los titulares desde marzo del 2009... Resulta inaceptable y carente de fundamento atribuir el incumplimiento por el promotor a la inacción del Ayuntamiento».