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Ni una palabra todavía había publicado ayer la revista Batzine sobre la junta de accionistas y el tiroteo popular –negro sobre blanco– al que se vieron sometidos tanto Anil Murthy como Peter Lim. Será cuanto menos curioso comprobar si al final ese medio digital acaba escribiendo una sola línea de la asamblea y sobre lo que allí verdaderamente se dijo. Al fin y al cabo, el Valencia le paga entre otras cosas para limpiar y difundir las bondades de Meriton en clave blanquinegra en Singapur y en todo el territorio asiático –esa es la versión oficial–. Será también interesante ver qué tono emplea también para hacer el balance de este primer tercio del campeonato que ya se ha disputado. Así, como quien no quiere la cosa y mientras todavía suenan con cierta estridencia las descaradas palabras del presidente con aquello de conquistar el campeonato de Liga dentro de diez años con gente de la casa, el Valencia actual ya tiene un tercio del camino recorrido. Y lo malo es que no hay posibilidad de volver marcha atrás para adecentar el incómodo jardín en el que se ha metido el equipo de Javi Gracia. El balance es inquietante y suspendería con sus solo tres victorias hasta el momento, cinco empates y otras cinco derrotas.
Seguramente, de las pocas cosas interesantes y salvables que dijo/leyó Murthy en la junta sea esa intención, como dirigente que es, de 'apretar' las clavijas sutilmente al entrenador para que se olvide de lamentaciones y apechugue con lo que hay. Porque cuando unos y otros se den cuenta la cosa puede pintar bastante mal.
De momento, lo que más o menos el aficionado tiene claro es que este equipo no da para mucho más actualmente. Nada se dijo en la asamblea del objetivo a conseguir este año. Es evidente. Al menos, ahora Gracia ha conseguido evitar el empanamiento de los arranques de partido, aunque otra cosa sea el miedo que se vio ayer en el inicio de la segunda mitad. Las matemáticas son demasiado frías se mire por donde se mire: 14 puntos sumados de los 39 que han habido en juego en esta primera porción de Liga; 7 de los últimos 27; 9 de los 21 puntos en juego disputados en Mestalla... A este ritmo, el Valencia acabaría la jornada 38 de Liga con 40 puntos en su casillero. Con esa cifra de puntos, por ejemplo, la temporada pasada se hubiera quedado en la decimosexta posición. Es para temblar. Aunque el valencianista de a pie no duda en que los jugadores y entrenador tienen claro la vía del coraje para contrarrestar las importantes carencias que se palpan, para evitar problemas en Primera hay que aportar más ingredientes.
El Valencia es pese a todo resolutivo arriba. Con 1,4 goles de media a favor, la dinámica es la misma que la temporada pasada (también llevaba 19 tantos anotados en la jornada 13) y muy superior a la de la campaña 2018-19 (sumaba entonces 11). El problema lógicamente es en el equilibrio. Con otros 19 goles en contra no se pueden hacer grandes aventuras. Sólo la pasada jornada contra el Alavés y el partido que se ganó a la Real Sociedad, el Valencia ha sabido mantener su portería a cero. Demasiados agujeros para Jaume.
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