Apelar al sentimiento para activar al valencianismo

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El Valencia de Meriton en ocasiones no da puntada sin hilo, pero también bastantes veces ocurre que el tiro le sale por la culata. Un día, por aquello de hacer la gracia y conquistar no se sabe muy bien a quién, publica en las redes sociales imágenes de un rinoceronte defecando –en su perfil en inglés– y otro aprovecha «la iniciativa internacional contra el abuso y la violencia en las redes sociales» para vetar las respuestas de sus propios aficionados a los mensajes que lanzan en sus medios oficiales. El veto continua porque era la forma en la que el club de Mestalla se sumaba al boicot que habían iniciado los equipos ingleses de la Premier durante el fin de semana pasado, que decidieron no alimentar de información en sus medios oficiales a través de las redes, cuestión que contó también con el respaldo de los diferentes organismos oficiales.

Pero lo que podía ser sin duda una buena acción, ha resultado ser un freno a los continuas muestras de disgusto que tienen los seguidores. No ha sido el único bloqueo que la dirección del club hace en ese sentido. La última y de gran impacto fue la de cambiar en la última asamblea los estatutos para que en las juntas de accionistas, a partir de ahora sólo puedan acceder los que poseen un mínimo de 3.598, lo que significa apagar definitivamente la voz del pueblo en la única ocasión al año en la que tenía la oportunidad de expresar cara a cara con el presidente opiniones e iniciativas.

Y lo curioso de todo esto es que ha provocado una reacción espontánea y a veces hasta simpática. Valencia, por iniciativa de los convocantes de la manifestación, amaneció con otra muestra más de arte valencianista urbano, que expresa el descontento de muchos con la gestión de Meriton en Mestalla haciendo referencia a los héroes que ganaron la Copa del 79.

No es la primera vez que aparecen escenas o mensajes pero en esta ocasión y como se pueden apreciar en las imágenes que acompañan esta información, son los dibujos pegados en la pared de camisetas con dorsales y nombres de jugadores de referencia, recordando también el papel de la afición, el jugador por excelencia número 12. Otra de las ocurrencias aprovechaba el dorsal con el 5 para hacer referencia a ese 5% de acciones que pretende recoger Libertad VCF con las delegaciones poder acceder al corazón del club y examinar por derecho las cuentas.