Casi 37.465 almas, hay que descontar a los seguidores de la Real Sociedad presentes, empujaron el balón que fue rechazado por Zubeldia en el minuto 40. Fueron unos segundos eternos... pero el aliento del valencianismo ayudó a que besara la red. Entonces, la explosión. Ese grito que es más cultural que gutural y que retronó como el final de una mascletà. Mestalla volvió a ser Mestalla y se encomendó a una leyenda. Rubén Baraja se puso de nuevo el traje del 'Pipo', aquel que como jugador sentenciaba en cada rueda de prensa. Su mensaje de la previa, el de protestar lo que queráis antes y después pero durante el partido hay que estar con el equipo, oposita a nuevo catecismo en la grada. El valencianismo le hizo casa a Baraja... y ya se sabe lo que pasa 'quan arriba la nit', como decía aquel mítico anuncio que protagonizó el pucelano. La afición gritó en la calle a Peter Lim, hasta quedarse sin voz, que se marche del Valencia y dentro del campo la banda sonora recordó a la de las grandes ocasiones. Fue el mejor regalo de cumpleaños para Ricardo Arias, otra leyenda.
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La demostración de madurez que hizo este sábado el valencianismo incluyó una variante. La animación durante el partido se puede combinar, durante unos segundos, con una pitada antológica. El minuto 19 es el símbolo de la protesta. Ante la Real Sociedad sonó más atronador que nunca, con una mezcla de cánticos, silbatos y miles de pequeñas pancartas amarillas. Esa es la resistencia de la grada contra Meriton. La que segundos después, plegó la pancarta para animar en el lanzamiento de un saque de esquina.
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A los pocos minutos, llegó la recompensa del gol. La animación, y el apretar a la Real en los últimos instantes de angustia resistiendo la ventaja de un gol, fue acompasado en la grada al ritmo que marcaba un gesticulante Baraja. Cuando sonó el silbato de Hernández Hernández, tras un descuento eterno, la última explosión. La catarsis. Incluso, las lágrimas de emoción en la grada. Había mucha tensión acumulada con el Valencia penúltimo de la tabla. Tras celebrar con el equipo la victoria, la afición se marchó con un último «¡Peter, vete ya!» unánime que siguió en la Avenida de Suecia hasta rondar la medianoche.
Antes de que la afición cantara, como no hace tanto, el himno de la Comunitat a la salida de los equipos y de que Baraja escuchara a todo el estadio corear su nombre, la Avenida de Suecia volvió a vivir una gran protesta contra Meriton. Es cierto que con menor afluencia que en la convocatoria frente al Athletic pero con la misma determinación. José Pérez, presidente de Libertad VCF, resumió lo que se sigue buscando con una movilización que ha venido para quedarse: «Hasta que no consigamos salvar al Valencia de las manos de Peter Lim y Jorge Mendes van a haber protestas. La clave ha sido la pitada histórica en el minuto 19. Creo que el valencianismo ha vuelto ha dejar claro que el futuro del Valencia es sin Lim ni Mendes. Tener en el banquillo a alguien que sea valencianista y no a alguien que se gira a la tribuna para ganar adeptos ayuda mucho». A la protesta se sumó la Agrupación de Peñas, tras su decisión de soltar amarras con el proyecto de Lim: «Romper las relaciones con Meriton significa que la Agrupación ya no va a firmar ningún convenio con el Valencia de Lim. Mientras esté el partido en juego hay que estar con los jugadores», declaró su presidente Fede Sagreras. La afición hizo caso de Baraja... y la apuesta fue ganadora.
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