Si a una persona se le hubiera colocado en los aledaños del Martínez Valero sin conocer la fecha y la clasificación pensaría que había viajado al pasado, justo a hace un año, a la final de la Copa del Rey de La Cartuja. Unos 5.000 valencianistas animaron desde más de dos horas antes del comienzo del partido contra el Elche con la misma ilusión que se tiene cuando tu equipo está luchando por un título.
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Los cánticos, como sucede en los últimos meses, también tuvieron un tono reivindicativo con el lema 'Lim Go Home' que ya se ha convertido en el símbolo de la resistencia. Numerosos aficionados del Elche se sumaron al sonoro «¡Peter, vete ya!» que resonó a las puertas del estadio cuando sonaron las primeras tracas. La afición del Valencia correspondió con un «El Elche es de primera» que recibió los aplausos de la hinchada ilicitana. Algo que re repitió cuando los jugadores del Elche salieron a calentar.
La llegada del autobús del Valencia volvió a recordar a lo vivido en La Cartuja. La misma ilusión, el mismo humo de las bengalas, los mismos ojos vidriosos de los más jóvenes... pero en una situación totalmente opuesta. Rubén Baraja no pudo ocultar el orgullo que le produjo presenciar esa imagen desde la primera fila del bus y no paró de aplaudir a los aficionados aficionados estaban a los dos lados de la calle por la que accedió el equipo al Martínez Valero.
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