Valencia-Real Madrid, un duelo de máxima intensidad

Ese ambiente desbocado ha sido una constante. Un dato confirma la trascendencia del choque para el valencianismo. Después del feudo del Barça, Mestalla es el desplazamiento en la Liga que presenta peores registros para los madridistas. Las estadísticas demuestran que han sufrido algunas rachas adversas muy acusadas. La más significativa, sin duda, arranca tras la Guerra Civil, cuando en 15 visitas consecutivas, no consiguen ninguna victoria. El Valencia suma 9 triunfos en ese período al que se añaden 6 empates.

Existe coincidencia generalizada en señalar que la llegada de Alfredo di Stéfano alteró el orden establecido en nuestro fútbol. Gracias a su presencia, el Madrid rompió la sequía de 20 campañas sin ganar la Liga. El argentino, con los colores de Millonarios de Bogotá, debutó en España con un amistoso en Valencia el 19 de marzo de 1952. Su primer encuentro oficial en Mestalla tuvo lugar en la campaña 53-54, y el resultado fue el mismo que el del partido celebrado el día de la 'Cremà': empate a cero. En esa época, segunda mitad de los años cincuenta y primera de los sesenta, se registran los resultados más variados. El equilibrio es la nota dominante. Si los madridistas vencen por 1-4 en 1963, dos años después los locales se imponen por 3-0.

Ese triunfo inapelable se enmarca en una etapa de claro dominio local. En siete duelos seguidos, el Valencia suma cuatro triunfos y una derrota. Los otros dos acabaron en igualada sin goles. Los madridistas sólo fueron capaces de lograr un gol en esos desplazamientos, en la campaña 68-69, y para más inri en el último minuto. Después de sendas victorias valencianistas por 1-0, con goles de Ansola y Forment, respectivamente, se vive uno de los enfrentamientos más polémicos de la historia. Con el árbitro extremeño Sánchez Ibáñez llegó el escándalo otro día de San José. Esa tarde se enfrentaban los dos primeros de la clasificación, máximos candidatos al título de la Liga 71-72. La labor del colegiado encendió la indignación en la grada. Las protestas constantes y el masivo lanzamiento de almohadillas provocaron la suspensión del encuentro con el resultado de 1-2.

A mitad de los años setenta se inicia otro ciclo muy favorable para los de Mestalla. Desde la campaña 75-76 hasta la 84-85, durante 10 ejercicios consecutivos, el Valencia se apunta 6 victorias por una tan sólo del Real Madrid. El factor Kempes marca diferencias. El duelo más dramático se vive en 1983, con el argentino sancionado. El partido cierra el campeonato con una situación opuesta para ambos contendientes. El Valencia necesita ganar para no descender con la combinación de otros cuatro resultados. El Real Madrid depende de sí mismo para ser campeón, el empate le basta. Un gol de Tendillo resuelve la contienda a favor de los locales. El milagro se produce.

Los años ochenta acaban con una sucesión de empates a uno -el resultado que más veces se ha dado junto al triunfo local por 2-1- que se registra a principio de la siguiente década. La remontada de enero del año 92, con los tantos de Fernando y Robert, permanece en la memoria colectiva del valencianismo. La racha se corta con 3 triunfos consecutivos de los de Chamartín hasta que, con Luis Aragonés en el banquillo, Mestalla asiste a un espectacular triunfo por 4-3. Valdano se sienta esa noche en el banquillo visitante, pero en la siguiente temporada lo hace en el local el día en que Mijatovic regresa a Valencia en un ambiente de hostilidad desatada.

Fuera de la Liga, destaca la semifinal copera de 1999, cuando el Valencia logra un espectacular 6-0 antes de llevarse el título. Después vienen los duelos eléctricos con Rafa Benítez como entrenador, debutando ante el Madrid con victoria por 1-0. La llegada de Cristiano Ronaldo le proporcionó a los madridistas su mejor racha en Mestalla, con cinco victorias seguidas en partidos repletos de goles. Los últimos episodios de esta apasionante rivalidad han visto más triunfos locales que visitantes.