
Marcelino ha recuperado la vitalidad desde que su equipo ha cogido oxígeno en la Liga. Aún así, el técnico del Valencia sabe de la dificultad que entraña la empresa de esta noche. Pero su discurso no varía. Así, ayer dejaba claro la predisposición con la que saldrán sus futbolistas: «Es un partido de fútbol que afrontamos con muchísima ilusión contra un rival candidato a estar en la final y ganar el torneo. Venimos con la idea de ganar porque es lo único que nos sirve. Será largo, difícil, puede que tortuoso, pero el equipo está bien. Es difícil para los rivales enfrentarse a nosotros».
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Pese al objetivo más inmediato, la cita del sábado en el Bernabéu no le inquieta por ahora. «Pensamos en este partido única y exclusivamente. El Real Madrid se juega contra la Roma el ser primero de grupo, tiene condiciones parecidas a las nuestras. Nuestra única ambición es intentar ganar este encuentro, lo demás, a partir del próximo miércoles». Lo que sí pretende el técnico es que sus futbolistas de arriba sigan el ejemplo de Santi Mina. «Ahora estamos en el proceso lógico del equipo, que nuestros delanteros metan goles y den asistencias, es lo normal. La definición va a aumentar porque son jugadores de nivel. En el fútbol hay situaciones poco explicables y nosotros estábamos en ese sentido».
Por supuesto, uno de los focos de atención esta noche será la actuación de Cristiano Ronaldo. «Creía que no me iban a preguntar por él -decía irónicamente-. Es un futbolista extraordinario y no va a tener en cuenta lo que le sucedió allí porque el Valencia no le hizo nada. Es un jugador que viene manifestándose siempre igual, siempre quiere ganar y meter goles. Además de su enorme talento, está su ambición desmedida por ser mejor cada día. No nos vamos a encontrar un Ronaldo diferente al que estábamos acostumbrados en España».
Sobre las opciones reales de su equipo decía el asturiano: «Hubiera firmado estar en una situación mejor. Estamos echando en falta el empate del Young Boys y no haber ganado en Manchester».
¿Qué planteamiento utilizará? «En una pizarra ganar el partido es seguro, en el campo es más difícil. No vamos a salir a lo loco a por el rival desde el minuto uno. Tenemos que jugar nuestras bazas y una de ellas es la paciencia. Nos espera un partido largo pero estamos jugando la Champions, si estuviéramos en casa, no tendríamos la suerte de jugar aquí. Estos partidos hacen crecer a los clubes, a los aficionados, a las ciudades...».
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