![Un viaje extraordinario](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202204/15/media/cortadas/portada-R4mqveEqnFyWtSDWvgCiLhN-1968x1216@Las%20Provincias.jpg)
![Un viaje extraordinario](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202204/15/media/cortadas/portada-R4mqveEqnFyWtSDWvgCiLhN-1968x1216@Las%20Provincias.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
No se trataba, ni mucho menos, del primer gran desplazamiento de la afición valencianista siguiendo a su equipo. Ya en octubre de 1923, la prensa catalana había relatado, con enorme asombro, cómo novecientos seguidores habían arropado al Valencia en un aparentemente anodino doble amistoso disputado contra el Barça en Les Corts. Y en marzo de 1931, en vísperas del ascenso a Primera, una numerosa caravana de hinchas había acompañado al equipo a Murcia. Sin embargo, el viaje de 1934 superó no solo cualquier cifra anterior, sino, y además, todas las expectativas. En la primera semana de mayo de aquella primavera convulsa, alrededor de doce mil incondicionales del todavía adolescente Valencia Fe-Ce viajaron a Barcelona para animar a sus jugadores en su primera comparecencia en la final del campeonato de España.
Gran despliegue de medios. Apenas consumada la victoria en la eliminatoria de semifinales contra el Oviedo, el Valencia se puso en marcha para organizar el que se presuponía un desplazamiento masivo. La directiva de Francisco Almenar consiguió cerrar acuerdos con la Transmediterránea para la cesión del buque 'Ciudad de Cádiz' y la Compañía del Norte para establecimiento de dos convoyes ferroviarios especiales. La altísima demanda de billetes acabaría motivando que se fletaran otro barco, el 'Ciudad de Valencia', un tercer tren y un sinfín de autobuses. «El domingo solamente quedarán en Valencia los ciegos y los paralíticos», escribía, con evidente sorna, Sincerátor en LAS PROVINCIAS. «Los demás nos daremos aires de turista por las Ramblas y adyacentes».
Emocionante travesía. Néstor Azzati, responsable de deportes del diario El Pueblo, realizó el más emotivo y completo relato de aquel extraordinario viaje. «Por mar y tierra van los valencianos tras la insignia 'd'or y flama' a conquistar el supremo galardón en el deporte, a la tierra hermana (…) A las 2:15 partió el primer tren especial compuesto por 14 unidades. El convoy iba materialmente abarrotado. En la estación les despidieron muchísimos aficionados. La partida fue emocionante y al arrancar el tren se dieron vivas a Valencia, Cataluña y Madrid. Durante las primeras horas de la noche comenzaron a salir numerosos autocars (…) A las siete de la tarde partió el 'Ciudad de Valencia'. El barco estaba materialmente atestado de expedicionarios. A las nueve hizo su salida el 'Ciudad de Cádiz' y como el anterior sus cubiertas y puentes no podían contener más pasajeros. Cuando soltaron amarras la extraordinaria cantidad de público que acudió a despedir a las expediciones futbolísticas y los viajeros prorrumpieron en vivas entusiastas, haciendo ondear al viento miles de gallardetes con el color e insignia del club valenciano. A las 11:30 de la noche salió el segundo tren especial al que hubo necesidad de aumentar coches ante la enorme afluencia de viajeros. La alegría y algaraza de los que se iban y de los que se quedaban se exteriorizó al final con vivas y tracas (…) Los trenes ordinarios de la mañana y de la noche también salieron atestados de viajeros». Un ejercicio de fidelidad y militancia que asombró a la España futbolística y cuya significación resumió perfectamente Sincerátor en apenas un par de líneas: «La afición valenciana ha dado señales de su vitalidad y entusiasmo. Desplazar diez mil entusiastas a Barcelona, es batir un récord en España».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Jon Garay y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.