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Murthy, en una de sus visitas a Paterna donde además cuenta con un despacho. monzó

La reunión entre Puig y Murthy será mañana a las seis de la tarde

El presidente del Valencia tendrá que presentar un plan para acabar el nuevo estadio que convenza al Consell para que acepte prorrogar la ATE

Lunes, 1 de marzo 2021, 12:00

Ya hay día y hora para la reunión entre Ximo Puig y Anil Murthy. Será este martes 2 de marzo, a las 18 horas, en el Palau de la Generalitat. El Valencia solicitó esta cita después del viaje del presidente del club a Singapur para recibir órdenes del máximo accionista. Y es que Peter Lim por fin ha tenido que ponerse a trabajar en un plan urbanístico y económico para acabar el nuevo estadio, ya que el 15 de mayo caduca la ATE y antes deben reiniciarse las obras. El interés de la entidad es convencer a las administraciones para que faciliten una prórroga. Pero no valdrá un gesto. El Consell quiere asegurarse de que se termine el coliseo de la avenida Cortes Valencianas.

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Anil Murthy llegó este domingo a Valencia procedente de Singapur. Antes de hacerse oficial la reunión con Puig, el dirigente ha estado esta mañana en la ciudad deportiva de Paterna. La visita de Murthy se produce en el primer día de entrenamiento de la plantilla de Javi Gracia tras el varapalo sufrido en Getafe el sábado. El 3-0 ha dejado una extraña sensación en el vestuario, consciente de la dificultad este año de sacar adelante la temporada por la importante merma de calidad que ha sufrido la plantilla este verano. Sin embargo, y para sorpresa de muchos, no ha hablado con Javi Gracia. Así que, de momento, la situación del entrenador navarro no varía. Parece que el presidente no tenía nada que decirle a un técnico que reconoció que la comunicación entre los dirigentes y el cuerpo técnico era prácticamente nula. El máximo representante del club de Mestalla, que ha acudido a Paterna junto a Teo Swee Wei y Sean Bai, sí que ha charlado con los capitanes. José Luis Gayà, Carlos Soler, Jaume Doménech y Gabriel Paulista. Las lágrimas de este último tras el partido en el Coliseum Alfonso Pérez se convirtieron en una de las imágenes del pasado domingo.

De la Ciudad Deportiva de hoy se pasará mañana al Palau de la Generalitat. Allí no valdrán gestos o promesas. No se aceptará una financiación para que vuelvan las máquinas y con la moratoria del plan urbanístico volver a mirar hacia otro lado. El Valencia tendrá que presentar un argumentario detallado que garantice la construcción total del estadio convertido en una mole de cemento en Corts Valencianes.

La Actuación Territorial Estratégica es una figura especial de gestión, recalificación y beneficios urbanísticos y económicos para un proyecto y una entidad por causa de gran interés público. En esta calificación está la del Valencia, la que se solicitó en 2012 y la que se mejoró en 2015. Peter Lim, cuando se hizo con el control accionarial del club, se garantizó no tener obligación por contrato de acabar el nuevo Mestalla. Pero el magnate de Singapur sí era conocedor de que tenía una obligación legal, que era acabar el nuevo Mestalla antes del 15 de mayo de 2021. Le constaba que no hacerlo tendría consecuencias para la entidad. Desde octubre de 2014 que compró el club ha desperdiciado seis años y medio para acabar el estadio pese a que la ATE era muy generosa: 39.855 metros de edificabilidad terciaria hotelera o comercial junto al recinto de Corts Valencianes y 55.700 m2 de residencial y 41.500 de centro comercial en la coliseo de la avenida de Aragón.

El 15 de mayo de 2021 se cumple el plazo y, obviamente, ni va a estar acabado el nuevo coliseo, ni el polideportivo de Benicalap. Si el Valencia no consigue seducir a Puig para que tenga un gesto de buena voluntad y prorrogue la ATE, las autoridades están obligados a tomar decisiones para no cometer prevaricación. Al menos se libra de cumplir la sentencia de febrero de 2006 del Tribunal Supremo de derribo de 15.000 localidades de la Grada de la Mar del actual Mestalla, que invaden suelo público, al caducar el plazo de 15 años para pedir que se ejecutara. Pero si el club no puede progresar en las obras del nuevo estadio y tiene que quedarse en el actual, las consecuencias económicas serán devastadoras. «La pérdida de la ATE agravaría la situación financiera del Valencia y podría incurrir técnicamente en causa de disolución, como ya ha pasado en otras ocasiones durante la presidencia de Juan Soler«, afirma el abogado Gaspar Romero, que desnuda la dramática situación del Valencia: »Cuando Lim llegó, el club tenía un problema de pasivos; ahora es tanto de activos como de pasivos. En el informe del auditor, en las cuentas anuales, un experto independiente valora la pérdida de edificabilidad en más de 15 millones al quedarse sin la ATE. No obstante, este deterioro es a efectos contables y no estima qué impacto puede tener en el proyecto que se pudiera desarrollar y el valor para el comprador«.

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Para evitar el concurso habrá que afanarse en buscar un comprador para el solar del viejo Mestalla y que pague 120 millones (Bankia y CaixaBank lo tienen hipotecado por 145). Eso, o que Peter Lim haga una ampliación de capital de más de 100 millones o que avale un préstamo por esta cantidad y no por una cantidad inferior, como así se ha planteado, para únicamente el reinicio de las obras. Otra opción que ha estudiado Meriton es conseguir un operador comercial que compre un paquete de servicios, usos y explotación (naming, asientos, palcos...) en el nuevo estadio por ese dinero, como hizo el Atlético, pero la pandemia da pocas oportunidades a esta opción.

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