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Castellanos, Arias, y Tendillo de espaldas, además de Subirats, en el partido contra el Valladolid disputado en Mestalla (2-2). BERNAT NAVARRO PORTER
EL TÚNEL DEL TIEMPO

La víspera del 23-F en Mestalla

El Valencia tropezó (2-2) frente a un Valladolid entrenado por Paquito, que debutaba como técnico de Primera, y ese fue el inicio de la serie de resultados en los que perdió sus opciones a ganar la Liga de la temporada 80-81

Sábado, 8 de marzo 2025, 00:42

El Valencia recibió al Real Valladolid en Mestalla la tarde del domingo 22 de febrero de 1981. Desde la temporada 63-64, ambos equipos no se veían las caras en la Liga. En aquella ocasión, los valencianistas barrieron a los de Zorrilla por 6-0. La goleada se inició con el gol de Waldo. A continuación, Guillot y Héctor Núñez marcaron por partida doble. En los compases finales, Paquito puso el broche con el sexto tanto. Aquel equipo, dirigido por Mundo, protagonizó un impresionante final de campaña con seis victorias consecutivas. Al mismo tiempo, se clasificó para la final de la Copa de Ferias y las semifinales de la Copa, que se resolvieron con un tercer partido de desempate.

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Diecisiete años después, Paquito volvía a Mestalla, esta vez como entrenador del conjunto blanquivioleta. Se trataba de su primera visita como técnico a la que había sido su casa durante una década. En esa campaña, la 80-81, se estrenaba en la máxima categoría tras haberse fogueado durante tres ejercicios como entrenador en segunda división, dos en el Castellón y uno en el Valladolid. El mismo día del partido contra el Valencia aparecía en una entrevista en LAS PROVINCIAS. El ex –capitán valencianista no podía ocultar su emoción y sus nervios, se mostraba exultante, feliz como un niño el día de reyes y se atrevía a manifestar una corazonada: estaba convencido que su equipo iba a puntuar, un resultado que podría aliviar su delicada situación en la tabla. La permanencia entre los mejores era el gran objetivo.

El Valencia acudía a la cita con dos bajas muy importantes: Mario Kempes y Daniel Solsona. Una semana antes, en el Bernabéu, acompañado por más de 5.000 seguidores, había dejado escapar una gran ocasión para ponerse líder al perder por 2-1. El gol fue obra del «Matador» al transformar un penalti. Su último tanto con el Valencia antes de ser traspasado a River Plate poco después. Esa derrota propició un ambiente de desencanto. La afluencia de público en Mestalla se resintió por el fiasco de Madrid y estuvo por debajo de lo habitual. No había nada perdido en la lucha por el título, pero se empezaban a desaprovechar las oportunidades. El equipo que dirigía Pasieguito se presentó con un debutante: Manolo Gálvez, delantero de Torrent, que formó en la vanguardia junto al argentino Felman y el uruguayo Morena.

El Valencia ocupaba la tercera posición en la tabla antes de recibir a los de Pucela, a un punto del Barça y a dos del Atlético. Este trío de equipos se disputó el título durante gran parte del campeonato, pero los tres sufrieron contratiempos que los descabalgaron de la lucha al final de la campaña en beneficio de la Real Sociedad. A los de Mestalla les perjudicó notablemente la lesión de Kempes en el hombro y sus reapariciones precipitadas. El Barcelona no pudo superar el trauma por el secuestro de Quini, mientras que el Atlético cayó en barrena por un arbitraje que hizo explotar a su presidente, el afamado doctor Cabeza, que emprendió una guerra contra todo el mundo.

Pasieguito había logrado que su equipo fuera mucho más fiable en los desplazamientos y salvo alguna excepción, mantuvo un nivel superior al de ejercicios precedentes. Sin embargo, acumuló demasiados empates, tanto en casa como fuera, pese a que en las últimas jornadas experimentó una reacción que le acercó de nuevo a la cabeza. El técnico de Hernani estaba preocupado y de mal humor antes del encuentro con el Valladolid, se olía el pinchazo. Las cosas se complicaron cuando los visitantes inauguraron el marcador a la media hora. El Valencia hizo lo más difícil en la reanudación y remontó en menos de un cuarto de hora. Los goles de Subirats y Tendillo,- dos de los seis valencianos titulares-, ponían en franquicia el triunfo que se malogró con un nuevo gol del Valladolid. La tarde acabó con empate a 2 y el sinsabor se extendió entre una afición resignada.

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La tarde del día siguiente, el lunes 23 de febrero, se produjo el intento de golpe de estado con el teniente coronel Tejero asaltando el congreso de los diputados. La expedición del Valladolid se quedó en tierras valencianas porque se había programado un encuentro amistoso en La Vall d´Uixó para el martes. Paquito tenía a su familia, mujer y tres hijos, en Valladolid. Los nervios y los problemas de comunicación le agriaron la satisfacción producida por aquel empate. En el Valencia, la resaca provocada por aquel tropiezo aumentó en las siguientes semanas con dos derrotas y un empate. Se perdieron demasiados puntos en momentos clave para aspirar a ser campeones de Liga. Finalmente, el Valencia acabó cuarto a tres puntos del campeón.

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