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J. C V.
Sábado, 11 de mayo 2019
valencia. No es la primera vez que un entrenador del Valencia pellizca el estado de ánimo que tiene la afición de Mestalla, acostumbrada a premiar generosamente a sus jugadores cuando observa en ellos una actitud encomiable pero muy crítica y dura cuando no percibe esa predisposición. Otra cosa es que esas subidas de adrenalina del pueblo contrasta frontalmente con la sensación de abatimiento general que se ve cuando el equipo no gana. No lo ha padecido Marcelino exclusivamente pero ayer el técnico verbalizó su opinión al respecto. No lo hizo como eje principal de su discurso pero sí que aprovechó la oportunidad para señalar su impresión al respecto. «No sé cómo está el estado de ánimo alrededor del equipo pero sí sé cómo estamos nosotros. No sé si hay cierta negatividad o no, pero si la hay tampoco es algo que nos coge de sorpresa. Es lo que suele ocurrir alrededor de este equipo siempre que no se gana de forma continuada. Desde que estoy aquí, esa negatividad se ha vivido varias veces aunque a mí en concreto para nada me afecta».
Lejos de caer en el desánimo propio, Marcelino se ha propuesto tirar de su gente y evitar que esta tarde les pueda pasar factura la eliminación contra el Arsenal. Por eso no duda en admitir que «de ánimos estoy bien. Esto es fútbol y tienes una ilusión, pero no siempre se convierte en una realidad. Estamos bien. Tenemos que levantarnos y rápido porque afortunadamente estamos luchando por quedar cuartos y tenemos otra final. El equipo está acostumbrado a diferenciar tres competiciones y siempre lo hemos hecho francamente bien, y cuando quedan tres partidos por disputar el primero es importante y puede resultar decisivo».
Lejos de separarse de ese discurso, el asturiano insiste en esa línea: «Hay que tener el máximo optimismo, con absoluto convencimiento y seguro que tenemos que levantarnos para ganar».
Y es que, lo considera fundamental este aspecto: «Este equipo viene este año de pasar muchas adversidades y superarlas. Vinimos de una primera vuelta donde se nos negaba la victoria, y esta plantilla con su trabajo y compromiso logró cambiar esa dinámica. Nos queda tan poco y tan atractivo que no vale la pena mirar atrás. Hay que ser optimistas y ambiciosos y responder con las fuerzas que nos queden».
De fuerzas anda el Valencia bastante justo. De los últimos cinco partidos, cuatro acabaron con derrota y tres de ellos con tres o más goles en contra. No puede el Valencia dejarse enredar de esa manera porque el Alavés es un equipo trabajado por Abelardo. Por eso Marcelino advertía del peligro que encierra el juego del conjunto vitoriano. «Es un rival muy incómodo, juega balón largo con segundas jugadas y nos obligará a muchas disputas».
De ahí el llamamiento general: «Quedan seis puntos y tenemos que ganar los seis porque el rival nos saca tres. Nos vemos en la obligación de ganar esos tres puntos, que no va a ser nada fácil. Llevamos acumulados mucha presión, muchos esfuerzos, muchos partidos, una decepción grande hace escasos tres días y todo eso nos hace disputar un partido en un momento decisivo pero con un cúmulo de circunstancias que nos pueden impedir estar al máximo nivel. Necesitamos el apoyo de la gente porque esta plantilla se lo merece, porque esta plantilla lleva jugados 58 partidos. Somos el único de nuestra Liga que desde enero jugamos tres partidos por semana».
De lo que pueda pasar en Barcelona se limita a decir: «Tenemos que estar centrados en nuestro partido. Todo lo que no sea ganar, no sirve para nada pero seguro que sabremos el resto de resultados, ya sea por los propios aficionados».
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