![Así vivió «l'Afició» el Barcelona - Valencia](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/03/05/FOROFOS-1200x840.gif)
![Así vivió «l'Afició» el Barcelona - Valencia](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/03/05/FOROFOS-1200x840.gif)
Secciones
Servicios
Destacamos
Redacción
Domingo, 5 de marzo 2023, 23:45
Marc Escribano
La ilusión que uno siempre tiene hacía pensar que podía ser un domingo de esos donde sale todo bien. Jugaba el Valencia contra el Barça y volvía la Fórmula 1 con Fernando Alonso en lo alto. Más de uno soñaba con una victoria valencianista y un podio del asturiano. Además, ambos eventos deportivos coincidían en horario a partir de las cuatro de la tarde. Era difícil que ambos triunfasen, y todos nos hacíamos la misma pregunta. ¿Y si sí? El golpe de realidad no tardó más de 15 minutos en llegar. Raphinha adelantaba al Barça. Lo que prometía ser una tarde divertida rápidamente se convirtió en un mal domingo. Alonso afortunadamente cumplió su parte del trato terminando en el tercer escalón. Pero hubo derrota en el Camp Nou. Un trago amargo. Un domingo agridulce. En clave futbolera, el Valencia es un desastre. Penúltimo. Y a perro flaco todo son pulgas. Siete lesionados y todos ellos son figuras clave como Gayà, Cavani, Nico o Paulista. Con un once inicial que nombre por nombre, invita a pensar que te vas a Segunda. Y los rivales directos, ganando y sumando puntos. Que no se pierda la ilusión, pero cada vez es más difícil creer en la salvación. Y tener fe en cosas utópicas puede acabar llevando a la demencia.
Chema Peris
No iba a ser una tarea fácil. Y en Barcelona, con sospechas bastante certeras de corruptelas, pues quizá un poco más. El propio Baraja lo avisó. No lo del Barcelona y su cuarto de vergüenzas. Lo de no ser fácil. Y ese es el camino. Saber que no es flor de un día la reconstrucción. Y la dificultad añadida de lo apretado de la clasificación va a generar muchas aceleraciones cardíacas. Y muchos 'casis'. Como ayer en Barcelona, por ejemplo. El trabajo de orfebrería de Baraja y Marchena de crear un equipo de autor partiendo de la base de un colectivo sin autoestima y en posición inesperada es una tarea complicada. En esa tarea solo le falta tener más presencia en área contraria y chutar más a portería para comenzar a obtener esos resultados de seguido. Cierto es que a priori es plaza complicada el Nou Camp. Y visto el desarrollo del equipo, se queda en el paladar una cierta decepción de no sumar un punto al menos. Con un poco más de acierto de Lino y Mamardashvili, por poner dos ejemplos, así hubiese sido. El siguiente partido, ante Osasuna, será ocasión para volver a la senda de tres, con Mestalla oliendo a Fallas. Fallas. Un oasis de alegría en la tristeza que tiene sumido este Valencia CF a la afición. Inmerecida tristeza esta que pilota la gestión.
Verónica Nogales
Los partidos ante el Barça siempre son especiales. Los que crecimos con el Valencia de Ranieri y el Piojo recordamos con nostalgia aquellas idas y venidas que casi siempre acaban con victoria che y con un Van Gaal totalmente desquiciado. Desde entonces, ha llovido mucho y el Valencia actual no es ni la sombra de lo que un día fue. El choque en el Camp Nou de ayer no se afrontó con la ilusión de otras veces, sino con la urgencia de sumar puntos para alejar los fantasmas del descenso. El mismo Baraja había avisado de la importancia de jugar este partido con la mentalidad de una de las muchas finales que quedan. Sin embargo, 'los mismos horrores de siempre': la falta de precisión, intensidad, efectividad y un árbitro que no se atrevió a pitar un penalti castigaron a un Valencia que mereció más. Pero no hay que perder más tiempo con el resultado que pudo ser ante el Barça ni con los árbitros que parecen incapaces de pitar un penalti a favor. El conjunto valencianista tiene problemas más serios de los que preocuparse ahora. Desde ya hay que rescatar el plan que sirvió para ganar ante la Real Sociedad. Mestalla debe ser un fortín en las siete finales que restan. Ese es el único camino para salir del pozo.
Jaume Lita
En Valencia somos tan falleros que hacemos del arte de alzar y construir y de la crítica constante una técnica diaria de la que nada escapa en esta vida. Ojalá supiésemos aplicar la gracia fallera en nuestro día a día. Pero no estamos para hablar de Fallas, sino del Valencia y como siempre que pierde hay que matar a alguien. Desde hace un tiempo defino al entorno valencianista como 'Dramistán', el lugar en el que todo es un drama en un bucle infinito. Que si la plantilla no da para más, que si Meriton deja al Valencia en descenso, que si siempre hay algo criticable. Así constantemente. Este domingo la primera crítica fue que Mamardashvili jugó de negro, por el homenaje a Iribar, con una camiseta de juego y no de portero. El nivel es alto. Meriton nos lleva al hoyo y nosotros aquí rajando de un pegote. «Otros equipos han hecho una edición especial», leía en Twitter. Entre Meritonia y Dramistán nos van a dar un final de temporada horroroso, como si no fuera importante ya el hecho de jugarse el descenso. Maten a alguien, del bando que sea, que es lo que se lleva y hay que quedar bien. Que acabe pronto LaLiga y que sea lo que tenga que ser con lo deportivo. Hay que relajarse. Ay señor, ¡qué aburrimiento!
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.