El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha confirmado la amortización de la ATE a dos semanas de que el Consell rubrique el documento de nulidad, previsto para el viernes 15 de julio. Lo ha hecho, eso sí, tendiendo la mano para encontrar una solución ... para terminar el estadio fuera de ese marco normativo del proyecto urbanístico firmado en 2005. «Le hemos explicado (a Layhoon Chan) cómo está la ATE, que tiene que caer porque ha pasado su tiempo pero queremos que se acabe el campo y estamos dispuestos en la medida que le corresponde a la Generalitat darle el máximo apoyo de todo lo que se había acordado previamente para que se pueda hacer el campo», declaró este miércoles en una entrevista a Onda Cero. En la misma, Puig exigió a Lim que «respete» a la afición, ponderó la propia figura de Layhoon «que cuando fue presidenta tuvimos una buena relación porque todos queremos lo mismo, que el Valencia esté en la mejor situación posible» e instó al club a cambiar su política de comunicación con el valencianismo: «Tienen que hablar con la sociedad valenciana. Es muy importante que cambien el paradigma de relaciones que se han tenido hasta ahora porque así no van a continuar y si finalmente no consideran que es posible tendrán que tomar otro tipo de decisiones».
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«Nos gustaría que Valencia fuera sede del Mundial 2030», declaró también el presidente de la Generalitat que aprovechó la visita a Valencia de Juan Fernández, director de gabinete del CSD, para expresarle ese deseo. Para ello, evidentemente, se necesita el nuevo estadio. La Federación ha confirmado que España presentará candidatura y las ciudades que quieran optar a entrar en ella tienen que solicitarlo antes del lunes 4 de julio. Ahí los tiempos se acortan para llegar a un entente. En el modelo de Nuevo Mestalla presentado por el Valencia para 49.000 espectadores sólo se podría optar a albergar partidos de la fase de grupos.
Puig, sobre el estadio, remató que para las dotaciones del mismo, apoyará lo que decida el consistorio: «Es fundamental que el proyecto que se lleve adelante sea aquel que el Ayuntamiento considere que es el necesario. Estamos dispuestos a que lo que diga el Ayuntamiento con respecto a las condiciones del campo las haremos buenas. Les hemos dicho (al Valencia) las bases que creemos que han de dar, respetamos su autonomía de decisión. Pensamos que tienen que hablar con el Ayuntamiento».
El giro de guion deja claro que Meriton deberá dar un paso para desbloquear un pulso donde las posturas son ya irreconciliables. Antes de la aseveración de Ximo Puig dando por muerta la ATE –dando por amortizado también el argumento de Meriton de que no caducaba hasta 2025– los socios de gobierno del Ayuntamiento mostraron unidad a la hora de exigir al Valencia sus compromisos con la ciudad. Joan Ribó no dejó a Meriton ningún centímetro de maniobra: «Se tienen que cumplir los acuerdos. Tenemos el proyecto, lo están estudiando los técnicos pero con un criterio muy claro que es que los acuerdos se tienen que cumplir, en las condiciones del estadio y del polideportivo. Seremos exigentes en el cumplimiento de los acuerdos para que se acabe el campo. Verlo ahí es un monumento terrible, queremos que se acabe pero cumpliendo estrictamente los acuerdos. Si los acuerdos dicen 70.000 espectadores, 70.000 tienen que ser. A nosotros nos toca hacer cumplir los acuerdos. Las condiciones que se firmaron son 70.000 y son las que pedimos». Hasta tres veces repitió la cifra de aforo en pocos segundos. Para que a nadie le quedara ninguna duda de su opinión.
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El alcalde separó las dos grandes mejoras que debería hacer Meriton si quiere aspirar a conservar los beneficios urbanísticos de la actual ATE. El tema de la financiación es competencia de la Generalitat: «Lo que le cueste y de dónde tiene que sacar el dinero es un asunto del Valencia y que los organismos de la Generalitat competentes tienen que garantizar que está». Lim tendrá que presentar más garantías de financiación. Las vigentes fueron tumbadas por el IVF al no estar avaladas. Son los 30 millones, en dos líneas de crédito de 15 millones cada una, que la directora financiera Inma Ibáñez reconoció haber presentado. Una de ellas, la de CaixaBank, está supeditada al mantenimiento de la ATE. La misma que dio por finalizada Ximo Puig. Un aval personal de Lim por esa cantidad, los 80 restantes están avalados por CVC, resolvería esa parte del problema. Pero el máximo accionista no está dispuesto a hacerlo.
La vicealcaldesa Sandra Gómez también lanzó un mensaje muy claro al respecto: «Si quieren los derechos urbanísticos de la ATE tienen que hacer un estadio que cumpla con los requisitos de la ATE, con un aforo de 70.000 espectadores, museo, tienda, restauración y servicios terciarios. Tienen un colchón financiero de CVC que supone la principal fuente de inversión. Si además quieren recoger los beneficios de la ATE, estos se pusieron sólo para desarrollar un estadio cinco estrellas. Estamos hablando de varios cientos de millones con la venta del solar y terciario del viejo Mestalla y la de los dos terciarios del nuevo estadio. Se está intentando confundir».
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