Yunus Musah, destellos y sombras en el Valencia

Yunus Musah ya es historia del Valencia. Para ser más concretos, será la decimoctava mayor venta realizada por el club. El Milan paga 20 millones de euros por el centrocampista, que al cierre de esta edición, todavía no ha llegado a la ciudad italiana para pasar el reconocimiento médico y firmar su nuevo contrato con el club transalpino, que será de cinco temporadas y se espera que antes del jueves llegue la oficialidad del traspaso.

En su paso por el Valencia durante tres temporadas, Yunus ha dejado unos pocos destellos que posiblemente queden en el olvido y unas cuantas sombras que serán difíciles de no recordar para muchos aficionados blanquinegros. Se le recordará más bien por la operación económica que ha sido su salida del club que por su rendimiento deportivo con la camiseta puesta.

Y eso que tuvo una irrupción en el Valencia fulgurante. El estadounidense, que llegó libre de las categorías inferiores del Arsenal en busca de un desafío en 2019 con tan sólo 17 años, disputó una primera temporada en el Mestalla alternando con el juvenil que jugó la UEFA Youth League. Por aquel entonces todavía no había cambiado de selección y se le consideraba inglés. En 2020, con las salidas de las principales estrellas del Valencia, entre ellas Parejo y Coquelin, el primer equipo tenía un hueco que rellenar y Yunus se ganó la confianza de Javi Gracia.

Se estrenó como goleador en Liga superó una marca de precocidad establecida por Kang In Lee. Su gol ante el Getafe, con 17 años y 338 días, marcó el récord del jugador más joven en anotar un gol con el Valencia. A partir de ahí, su crecimiento como futbolista fue exponencial, ganando soltura y minutos con el primer equipo, alternando posiciones entre la banda y el centro del campo bajo las órdenes de Bordalás. Quizá ese sea el mayor escollo de Yunus como jugador, que todavía no parece tener clara cuál es su mejor posición. No es para nada un jugador defensivo. El experimento como pivote no funcionó y se le volvió a colocar más adelante, donde rompiendo líneas con su conducción y carreras al espacio mostró su mejor versión.

Con Bordalás precisamente llegó el que tenía que ser uno de sus momentos más importantes, la final de la Copa del Rey de 2021. Pero el sueño se convirtió en pesadilla para Yunus. Será siempre recordado, como Pellegrino, por fallar el penalti que decantó la lotería de la tanda del lado contrario. Su lanzamiento se marchó a las nubes de La Cartuja y permitió al Betis alzar el trofeo. Pese a su decepción visible, ya que se ocultó el rostro con la camiseta, la afición le arropó en redes sociales mostrándole un gran cariño que el jugador agradeció.

Con Gattuso la figura de Musah iba a ser más importante. «Su posición es centro derecha y en defensa más centrado por su condición física. Tiene que mejorar técnicamente y en la toma de decisiones, pero tiene muchas ganas de trabajar. Para nosotros era fundamental», dijo Gigi Riccio, asistente del técnico italiano en Mestalla.

La directriz del club estaba clara, había que potenciarle ya que se le había marcado como la principal venta de cara a este verano. Su valor de mercado por entonces alcanzó su pico máximo, de 25 millones. Una cifra que se esperaba que siguiese aumentando con el paso de los meses, especialmente tras la Copa del Mundo de Catar a la que acudió como titular indiscutible en el centro del campo de una joven selección de Estados Unidos.

Pese a que en el torneo internacional mostró un buen rendimiento y dejó destellos, no fue tan determinante como se deseaba y en su vuelta a Valencia, su rendimiento cayó en picado. No fue algo específico del jugador, sino un problema colectivo del equipo. Gattuso se marchó y ni Voro ni Baraja terminaron convencidos con la actitud ni el rendimiento de Yunus, que acabó relegado a la suplencia tras la irrupción de Javi Guerra. De hecho, su último partido jugado con el Valencia será aquella última jornada en la que se sufrió para evitar el descenso en el Pizjuán. En aquel partido, Yunus salió como suplente y en menos de tres minutos, fue expulsado con una roja directa tras una fuerte patada a destiempo.

Esta situación le dejaba como sancionado para la primera jornada de esta próxima Liga que inicia en menos de dos semanas. Un motivo más para darle salida a un jugador que empezaba a devaluarse pero que todavía tenía cartel en el mercado. Y es que Yunus sólo tiene 20 años todavía. Le queda mucha carrera por delante y eso en Milán lo saben. Pagarán prácticamente un millón por año del jugador, al que esperan sacarle una alta rentabilidad tanto en el terreno de juego como fuera de él.

Yunus es imagen de Puma, marca que además de vestir al Valencia, también viste al equipo italiano. Además, los dueños e inversores del conjunto transalpino son estadounidenses, y con su fichaje conseguirán el objetivo de americanizar la plantilla. Se sumará a Pulisic, otro 'yankee' que ha firmado por el Milan este verano. De hecho, la venta de camisetas del equipo rossonero ha incrementado de forma fascinante en territorio americano, desatando el seguimiento del Milan entre la población estadounidense que está viviendo un crecimiento en el seguimiento del fútbol —soccer como dicen ellos— de cara al Mundial que organizarán junto a Canadá y México en 2026.

Para el recuerdo quedarán los últimos meses de Yunus en el Valencia, donde tuvo un encontronazo con la afición a la salida del estadio y unas polémicas declaraciones sobre el racismo y lo sucedido con Vinícius en Mestalla. Un capítulo más que se cierra.

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