B. gonzález
Bellús
Miércoles, 16 de junio 2021, 23:32
Aún no han finalizado los trabajos de restauración de la vegetación fluvial de ribera río Albaida a su paso por el término municipal de Bellús, ... pero su alcaldesa, Susana Navarro, ya ha solicitado colaboración y recursos a las administraciones superiores para el mantenimiento posterior del cauce. «No disponemos de presupuesto para contratar los trabajos de mantenimiento», asegura.
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Y es que desde la propia Confederación se hace hincapié en que para la completa erradicación de la caña, es esencial llevar a cabo el mantenimiento posterior de las actuaciones por parte de los Ayuntamientos.
No obstante valora positivamente la colaboración entre administraciones, en este caso Confederación Hidrográfica del Júcar, Generalitat y Ayuntamiento, para llevar a cabo esta actuación. «En este caso ha sido un ejemplo de voluntad por todas las partes», reconoce Navarro no sin recordar que esta acción «la venimos reclamando desde 2012 con reiteradas quejas y denuncias».
Desde entonces, el consistorio de este pequeño municipio de la Vall d'Albaida comenzó a solicitar la inversión necesaria para paliar los daños y el impacto, que según señala, tuvo la construcción del embalse en el término municipal y en concreto en la ribera del cauce del río Albaida.
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Los trabajos se iniciaron en 2013 con una primera propuesta de eliminación de cañas. Aquella actuación no obtuvo el resultado esperado en cuanto al riesgo y también porque la caña, a medio plazo, volvía a salir. «Fue una medida de urgencia por la situación de aquel año», explica la alcaldesa de Bellús.
Es en abril de 2017 cuando se propone un método alternativo consistente en la retirada de rizoma y cubierta con manta geotextil, un proyecto piloto que tuvo éxito y que dio lugar a la actuación definitiva que se iniciaba en 2020 aguas abajo de la presa.
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Los trabajos abarcan un total de 3 kilómetros de río y con una inversión de 640.000 euros y se espera que finalicen en este año.
Los problemas vinieron a raíz de la construcción del embalse, según explica la alcaldesa. «Antes de la había tierras de cultivo abastecidas por agua de regadío, antiguamente incluso se llego a cultivar arroz, también choperas para madereras. La expropiación por parte de la Confederación y la falta de mantenimiento transformó el lugar y generó un espacio degradado, con invasión de la caña», explica y recuerda que también tuvieron que sufrir varios incendios.
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