Evita a los príncipes violetas: la nueva amenaza en las relaciones amorosas
Apunta estos seis rasgos que les delatan, «porque no les ves venir»
A estas alturas de la película ya sabemos que los príncipes azules –esos que parecen maravillosos y luego nos salen rana– son un peligro con ... patas. La vida misma nos ha ido dando ejemplos, pero también hay mucha literatura al respecto y un montón de información que al final nos ha calado, más o menos. Pero no por ello estamos ya seguras –o seguros, dependiendo de la orientación y condición sexual–, porque ha surgido un nuevo prototipo de la aristocracia del mal que es incluso más peligroso que el otro: se trata de los llamados príncipes violetas, una etiqueta sobre la que nos alerta Noemí Casquet, divulgadora sexual con miles de seguidores, conferenciante y autora de 'Pirómanas' (ed. Planeta). «A estos no les ves venir», advierte.
Según explica, a los misóginos que rezuman machismo y a los príncipes azules se les puede identificar a nada que prestemos algo de atención, «porque hemos puesto mucho el foco en ellos», pero quizá por eso hemos pasado por alto el nuevo perfil que ella denomina neomaltratador o príncipe violeta, «hombres que, a diferencia de los maltratadores tradicionales, utilizan una fachada de modernidad y en ocasiones hasta de feminismo para ejercer su control sobre ti». Proclaman grandes discursos que han copiado de alguien, hablan de nuevas masculinidades, de igualdad y de luchas sociales –veganismo, antirracismo y, sobre todo, feminismo– que refuerzan su imagen de tíos modernos, comprometidos y 'guays' para ganarse la confianza de sus víctimas y así manipularlas. ¿Quién se va a poner en guardia ante un tipo con esos ideales tan respetables? Y es ahí precisamente donde anida el riesgo: para cuando nos damos cuenta de que eso es solo una fachada para manipular, «ya suele ser tarde», tenemos un problema y ya se ha colado en nuestra vida.
¿Qué 'daño' nos va a hacer? Se trata de un maltrato sutil, refinado, indica Casquet. Al usar eslóganes y frases aprendidas por ahí, usará la retórica –suelen tener un piquito de oro– para empezar a acusarnos de falta de comprensión, de no darle suficiente espacio emocional y por no ser tan progre como él. ¿Objetivo? Hacernos sentir mal y que nos rebocemos en nuestra pequeñez. A continuación, lo habitual, indica Casquet, es que presenten un patrón de intermitencia «donde mezclan momentos de amor y afecto profundos con detalles y comentarios preciosos junto con otros de distanciamiento y de frialdad repentinos... y esto mina la autoestima y la seguridad».
El siguiente paso es hacerse la víctima y culpabilizarte de todo, porque no eres una persona como debes ser, comprometida y con las ideas claras, sobre todo con la libertad. «Por ejemplo, suele ocurrir que plantean relaciones no monógamas y, cuando eres tú quien liga, tienen muchísimos celos; sin embargo, él se pone las botas sin problemas y te ridiculiza o echa en cara que tengas inseguridades», detalla.
Para que aprendamos a reconocer este nuevo patrón, la experta nos indica seis señales a las que debemos atender.
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1
Giros de comportamiento
En público es atento y encantador, pero en privado... se muestra frío y crítico. «Así la relación parece perfecta externamente», apunta Casquet.En caso de conflicto, la gente de nuestro entorno queda desconcertada y hasta puede dudar.
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2
Celos
Quiere hacerlo pasar por amor intenso... pero en realidad siente unos celos tremendos (no lo admitirá porque es muy moderno y eso es muy carca). Algo muy característico: en las relaciones no monógamas, «usará el derecho a veto continuamente porque se siente amenazado todo el tiempo».
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3
Minimización
Como a veces sus defectos quedan al descubierto, lo que hace es decir que tú exageras y que no es para tanto. «Hasta usará el humor para trivializar situaciones y descalificar tus sentimientos», apunta la autora de 'Pirómanas'.
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4
Excusas a mansalva
Todas sus acciones abusivas serán siempre por tu culpa, no lo dudes, o por factores externos.El caso es que no será cosa suya. Hasta usará luchas sociales para desacreditarte e intentar sacarte los colores.
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5
Manipulación emocional
«Luz de gas, chantaje emocional, uso de la culpabilización, proyección de sus propias inseguridades o defectos para hacerte sentir insuficiente...», repasa la experta. Ojo a estos rasgos.
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6
'Preocupadito' siempre
Quiere saber dónde estás y con quién en todo momento porque dice preocuparse por ti. «En realidad lo que quiere es control», aclara Casquet. Lo mismo que cuando desacredita a personas cercanas a ti, incluso a familiares, «para avisarte y por tu bien, porque no tienen buenas intenciones».
Cuidan mucho su imagen pública... Claro, 'viven' de ella
Como los príncipes violetas viven de pura fachada, cuidan mucho su imagen pública y de la imagen que ofrece la relación. Por eso suelen decir cosas como 'todos piensan que somos la pareja perfecta' y para reforzar esta idea escenificarán delante de terceros «numerosos gestos de devoción, miraditas...». En redes sociales querrá ser «el hombre soñado por todas», con numerosos comentarios alucinantes y maravillosos. ¿Qué pretenden lograr? Está todo calculado: que, si algo falla, tu credibilidad esté bajo mínimos porque él es taaaan majo. Por eso, cuando todo finaliza, cuesta hasta hablar mal de ellos y denunciar su comportamiento: se han currado mucho su imagen.
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