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La inteligencia artificial desata la guerra en el mundo del arte (y Refik Anadol lidera la batalla)

La polémica de los derechos de autor

La inteligencia artificial desata la guerra en el mundo del arte (y Refik Anadol lidera la batalla)

Los artistas chocan ante el arte creado por IA, que ya ha llegado a los grandes museos. Para unos es la vanguardia actual, para otros es un abuso intolerable. Porque ¿a quién corresponden los derechos de autor?

Viernes, 21 de Febrero 2025, 13:33h

Tiempo de lectura: 3 min

Se desató la protesta. Casi 4000 artistas han enviado, indignados, una carta a Christie's para exigir la cancelación de Inteligencia aumentada, una gran puja de obras de arte generadas por inteligencia artificial. Protestan porque esas obras se han ideado utilizando modelos entrenados con obras protegidas por derechos de autor sin el consentimiento de sus creadores originales.

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Esculturas de datos. Refik Anadol crea esculturas y pinturas con datos, y utiliza algoritmos de la IA en sus creaciones. Ha expuesto en el MoMa, la Bienal de Venecia y la casa Batlló de Barcelona.

«Explotan a los artistas humanos, usan su trabajo sin permiso ni pago para construir productos que luego compiten con esos artistas», dice la carta de queja. Es una de las polémicas generadas por el nuevo arte artificial. El artista turco Refik Anadol, uno de los pioneros en el arte generado con IA, y uno de los artistas con obra en la subasta de Christie's se defiende. «Recolecto mis propios datos y entreno mis propios modelos. Es la única manera de hacer cosas únicas, rompedoras y éticas. Trabajo con museos que tienen bases de datos abiertas y que comparten esa información», ha declarado. Cree Refik Anadol que estamos en un momento crucial para la historia del arte. Él lo compara con el Renacimiento y está convencido de que «los datos son el lenguaje del futuro».

Refik Anadol protagoniza, además, una nueva exposición en el Museo Guggenheim de Bilbao, in situ: Refik Anadol, que enlaza la inteligencia artifical con la arquitectura del museo. Es la primera de una serie titulada in situ, que abarca obras creadas para los espacios en que se presentan, «donde confluyen tecnología, ciencia, música, performance y artes plásticas», explican el Museo Guggenheim de Bilbao.

«Recolecto mis datos y entreno mis propios modelos. Es la manera de hacer cosas rompedoras y éticas», explica Refik Anadol, en defensa de sus obras realizadas con IA

Los visitantes del primer 'in situ' encargado a Rekif Anadol podrán ver (a partir del 7 de marzo) la instalación Arquitectura viva (Living Architecture) que reinventa las imágenes y el material de archivo de libre acceso de los proyectos arquitectónicos de Frank Gehry. Los transforma en imágenes «relatos visuales dinámicos», los llama el museo  y los reconvierte en obras en las que  la Inteligencia Artificial reinterpreta los diseños del arquitecto.

«Arquitectura viva es testimonio del uso ético y creativo de la inteligencia artificial en el arte contemporáneo y pone de relieve la dedicación de Anadol a la búsqueda de un equilibrio entre la innovación tecnológica y la integridad artística. Su obra invita al público a reflexionar sobre la interacción entre memoria, creatividad y arquitectura, y presenta la IA no como una herramienta de reproducción sino como un medio para la imaginación», explica el Museo Guggenheim.

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Explosión de color. Infografía digital del artista turco Refik Anadol realizada para la exposición 'In situ' en el Museo Guggenheim de Bilbao.

Es una de las perspectivas favorables respeacto a la irrupción de la inteligencia artificial en el arte. Sus partidarios alegan que es la nueva vanguardia y aseguran que si los datos con de libre acceso no se perjudican los derechos de autor de los artistas. Sus detractores, sin embargo, denuncian que favorece a los oligarcas que manejan los hilos de la IA.

Mientras tanto, este arte polémico no se detiene. A.I. God. Portrait of Alan Turing, una pintura creada por Ai-Da, un robot humanoide, se ha adjudicado por un millón de dólares en Sotheby's. Y el artista Jack Butcher ha convertido la carta de protesta enviada a Christie's en una obra de arte digital. Y la ha titulado Artistas sin firma.