Caída histórica en las notas de la Comunitat tras los cambios en la selectividad
El porcentaje de aprobados es el más bajo desde que se implantó el sistema actual y la calificación media se sitúa en 6,39 sobre diez, la más discreta desde 2019
Los cambios introducidos en la selectividad se han saldado con un claro descenso en las notas de la convocatoria ordinaria, la que se celebró entre el martes y el jueves de la pasada semana. Tanto en la calificación media como, especialmente, en el porcentaje de aprobados. Era lo previsto, teniendo en cuenta que los aspirantes ya no se podían dejar parte del temario sin preparar, se ha intensificado el descuento por ortografía, presentación y corrección gramatical y todos los exámenes han contado con al menos un 25% de ejercicios competenciales, una novedad que se deriva de la Ley Celaá.
Según los datos globales facilitados por la Conselleria de Educación este viernes, después de que se activara la aplicación para que cada alumno consultara sus resultados, el promedio de la fase obligatoria, por la que pasan todos los alumnos de Bachillerato, se ha situado en un 6,39 sobre diez. Se trata de un valor provisional, pues todavía quedan por resolver las reclamaciones, aunque la posible variación será marginal, como en años anteriores.
Para hacerse una idea del cambio de tendencia sirven los resultados de los cinco ejercicios previos. En 2024 fue de 6,76, en 2023 de 6,78, en 2022 de 6,65, en 2021 de 6,85 y en 2020 de 6,67. Hay que bajar hasta la edición de 2019, la última antes de que llegaran las facilidades que trajo la pandemia, para encontrar una calificación más discreta (6,28). Desde que se puso en marcha la estructura actual, con las fases obligatoria y voluntaria (2010), sólo ha sido más reducida en siete ediciones (la citada y las seis primeras).
El otro parámetro facilitado por la administración es más indicativo todavía. Se trata del porcentaje de aprobados, que se ha situado en el 95,68% de los presentados. Nunca había sido tan discreto. Al menos desde 2010, cuando llegó la nueva estructura y hasta donde se remontan los datos que publica la web de la Conselleria de Educación. Supone casi tres puntos menos en la selectividad de 2024 y nunca se había producido una bajada interanual tan acusada. Hasta este ejercicio la cifra más discreta había sido la de 2012 (96,52%).
Las mejores notas en la selectividad se han registrado en las últimas cinco ediciones, coincidiendo con la máxima optatividad, implantada tras la irrupción de la pandemia con la idea de no penalizar a los aspirantes tras la suspensión de las clases presenciales, de manera que tuvieran una mayor capacidad para elegir qué preguntas contestar en cualquier prueba. En la práctica derivaba en que podían conseguir calificaciones elevadas, incluso el diez, aunque no se prepararan todos los contenidos. Podían seleccionar más, en unas materias más que en otras, lo que facilitaba la preparación. Los mejores ejemplos en este sentido se daban en Historia de España (los alumnos podían estudiarse sólo temas del siglo XIX o del XX) o en las materias lingüísticas, en las que podían prescindir de las preguntas de literatura centrándose en las de sintaxis, léxico o morfología. En los años sucesivos se mantuvo la medida para evitar distinciones entre promociones o con el argumento de que se avecinaba un nuevo modelo, el actual. En esta edición ya no ha sido así. Podía caer de todo.
También ha influido la penalización por faltas de ortografía, corrección gramatical y de presentación (hasta un punto en cualquier prueba con producción de textos y hasta dos en Castellano y Valenciano), la citada competencialidad y los cambios en el currículo de algunas materias, lo que ha obligado a incluir más temario tanto en 2º de Bachillerato como en la selectividad.
Que caigan las notas en términos globales no tiene por qué ser negativo para los estudiantes, pues indica que también lo harán las notas de acceso a las carreras de la red pública, las que mayor alumnado captan. Es decir, es seguro que se exigirán algunas décimas menos para entrar en la gran mayoría de ellas, teniendo en cuenta que la matrícula es un proceso de concurrencia competitiva. No hay una nota mínima establecida para acceder, sino que lo hacen aquellos que mejor expediente presentan. Y cabe suponer que la merma ha sido una tendencia generalizada.
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La media de la fase obligatoria sale de las asignaturas comunes (Historia de España o Historia de la Filosofía, Castellano y Valenciano), de la lengua extranjera cursada (Inglés en la inmensa mayoría de los casos) y de las áreas troncales de modalidad, que varían dependiendo del itinerario de Bachillerato superado: Matemáticas o Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales (Ciencias y Tecnología), Latín II o Matemáticas Aplicadas (Humanidades y Ciencias Sociales), Artes Escénicas o Análisis Musical (vía de Artes Escénicas o Musicales), Dibujo Artístico (Artes Plásticas) o Ciencias Generales (vía General), que se ha estrenado en esta edición.
A la convocatoria ordinaria se han presentado, finalmente, 23.623 alumnos valencianos, unos pocos menos de los matriculados (23.744). En realidad sumará alrededor de medio millar más, aunque la harán entre el 1 y el 3 de julio al tratarse de estudiantes afectados por la dana que han optado por disponer de un mes más de preparación, aprovechando la flexibilidad aprobada por la Comisión Gestora de las PAU. Eso sí, les contará como su ordinaria, por lo que tendrán la misma prioridad que los de junio a la hora de elegir carrera. Conocerán sus notas el 8 de julio.
Los estudiantes podrán solicitar la revisión de los exámenes entre el lunes y el miércoles próximo, y la resolución se conocerá el viernes. El periodo para ver los exámenes irá del 23 al 25 de junio en las provincias de Valencia y Castellón y del 26 al 27 en Alicante.
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