
A. RAMÍREZ
Martes, 8 de febrero 2011, 19:08
Hace algo más de dos meses que el Ayuntamiento de Valencia instauró la nueva norma de circulación que impedía circular a más de 30 kilómetros por hora en el centro histórico. De esta forma, el consistorio quería reducir la contaminación ambiental y acústica y además, favorecer la circulación de las bicicletas por la ciudad. Su intención es crear en unos años una red de calles donde las ciclistas puedan transitar sin peligro.
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El dato positivo es que según la Policía Local en este tiempo no se ha producido ningún atropello mortal. Sin embargo, la mayoría de los peatones aseguran que no han notado la entrada en vigor de la norma y que los coches superan ampliamente los límites. Por su parte, la mayor parte de los conductores dicen que cumplen los límites porque es difícil circular a más velocidad y también por el miedo a las multas.
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