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Las tropas sarracenas toman la plaza de España de Alcoy ayer por la mañana.

Traca final en Alcoy

Las huestes moras conquistan la villa a punta de arcabuz, pero la aparición de San Jorge devuelve la ciudad al bando cristiano

EFE

Martes, 6 de mayo 2014, 12:58

Las tropas cristianas tuvieron que esperar anoche a la aparición de San Jorge para recuperar la villa de Alcoy, después de que ayer por la mañana las huestes de la Media Luna conquistaran la ciudad y dejaran ondeando su bandera en el castillo. Alrededor de 2.500 kilos de pólvora quemaron los arcabuces de ambos bandos en la batalla «sonora» que ayer tuvo lugar en el casco urbano de Alcoy, que ayer vivió las últimas horas de sus tradicionales fiestas de Moros y Cristianos.

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Declaradas de Interés Turístico Internacional, estos festejos recuperan para el pueblo y el visitante un episodio histórico. Como manda la tradición -la primera referencia documental sobre estas fiestas es una publicación de 1672-, los catorce batallones o comparsas -filaes- del ejercito musulmán lograron derrotar a los soldados cristianos.

Sin escaramuzas y, obviamente, sin bajas en ambos bandos, la arcabucería mora se impuso a la cristiana ante un público entregado que, un año más, llenó las calles y plazas de la ciudad. La pólvora de berberiscos, abencerrajes, benimerines y mudéjares, entre otros linajes, obligó -a golpe de sonido- a los cristianos a abandonar la fortaleza para no ser derrotados definitivamente.

Entre humo, ruido y algún que otro aperitivo, las esperanzas de mantener el castillo de Alcoy por parte de los cristianos se desvanecieron, como ocurre todos los años, tras varias horas de lucha.

Estas fiestas son el resultado de la evolución de una fecha, 23 de abril de 1276, día en el que los defensores cristianos de la villa lucharon contra las tropas sarracenas del caudillo Al-Azraq, señor de Alcalá de la Jovada y la Vall de la Gallinera.

Pero a Al-Azraq le duraría poco la alegría, ya que los cristianos -de nuevo la tradición obliga- recuperaron el castillo y la villa a última hora de la tarde. Cruzados, asturianos, hijos del Cid, vascos, navarros y labradores, entre otras agrupaciones, ya se preparan para la reconquista del castillo alcoyano. Todo ello con la ayuda de Sant Jordi, quien 'apareció' para echarles una mano. La figura del santo, encarnada siempre por un niño, apareció sobre las almenas del castillo montado en un caballo blanco y con su lanza diezmó a los sarracenos. Así concluyeron, un año más, las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy entre gestos y cenas de amistad por parte de ambos bandos.

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Susto por un incendio

El disparo de un petardo en un solar del casco urbano, entre las calles Santa Rita y San Mauro, provocó ayer tarde un incendio que, sin causar heridos ni daños importantes, provocó escenas de tensión y miedo entre quienes disfrutaban de los festejos y almorzaban en bares cercanos. Los matorrales del solar avivaron el fuego y las llamas alcanzaron elementos de poliuretano del lateral del inmueble anexo, lo que generó una fuerte humareda.

Al ver que las llamas y el humo crecían, los viandantes abandonaron la calle, aunque una dotación de bomberos que se hallaba próxima apagando un pequeño incendio en un contenedor, acudió de inmediato y logró sofocar las llamas.

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