Revienta una tubería del Júcar-Vinalopó en Villena

Un tramo de la tubería que conduce el agua del trasvase Júcar-Vinalopó en el término municipal de Villena sufrió ayer una rotura alrededor del mediodía. La avería se produjo en una de las válvulas de desagüe que jalonan la red de tuberías del postravase, justo en el tramo que sale del embalse del Morrón, el primero de los pequeños embalses que distribuyen el agua del Júcar almacenada en la presa de San Diego.

Una incidencia «muy habitual y de escasa importancia», según señalaba ayer a este periódico el presidente de la Junta Central de Usuarios del trasvase Júcar-Vinalopó, Andrés Martínez. Sin embargo, la rotura generó una gran alarma a causa del gran volumen de agua que se fugaba a borbotones de la conducción subterránea. Y es que el tramo de tubería se ubica en la partida rural de 'Casas de Menor', muy cerca de la carretera que une las localidades de Villena y Caudete, que apunto estuvo de quedar inundada por el agua.

Los operarios tuvieron que trabajar a destajo para levantar un dique de contención y evitar que el agua llegara a la carretera que, a esas horas de la mañana, presentaba un tráfico intenso al ser el vial de acceso a las dos plantas de residuos que hay en Villena. Para poder reparar del todo la rotura, se deberá antes desaguar una buena parte de la tubería afectada, labor que ocupará algunos días a los operarios que desde ayer se afanan en arreglar los desperfectos con el fin de que se produzca el menor perjuicio posible para los regantes de las comarcas del Alto y Medio Vinalopó, a cuyos campos de cultivo va a parar el agua trasvasada del Júcar.

Martínez aseguraba ayer que no habrá restricciones para los agricultores, al haber suficiente agua almacenada en los embalses de la red de distribución del postrasvase. El agua procedente del Júcar que durante los próximos días no circulará por los tubos de conducción, va antes a los embalses de distribución, en este caso al de los Cabezos, y de ahí a los cultivos. Hace tres años se produjo una importante rotura en la balsa de San Diego, por la que se fugaron miles de hectómetros cúbicos de agua y cuya reparación costó varios millones.

Por otro lado, ayer se hizo público que el Tribunal Supremo ha admitido a trámite el recurso contencioso-administrativo de Ecologistas en Acción contra el Real Decreto por el que se aprobaba el Plan Hidrológico de la cuenca del Júcar.