Condenan a 3 años al secuestrado por el clan del Cementerio por tráfico de drogas

Desde abril de 2013 buscaban las autoridades a Rafael T.G. Este prófugo debía comparecer a finales de aquel mes en el juicio que se tuvo que suspender en la Audiencia Provincial de Alicante contra el clan del Cementerio por asuntos relacionados con el tráfico de drogas y por, precisamente, su detención ilegal y las torturas de las que fue víctima. «Harto de permanecer escondido», Rafael salió de su escondrijo de Murcia la semana pasada y decidió entregarse a la Policía Nacional. La Sección Tercera le ha impuesto una pena de 3 años entre rejas por tráfico de sustancias ilegales, pues en la vista él debía comparecer como víctima y a la vez acusado. Según dijo ayer al tribunal, se escondió «por miedo».

La historia de Rafael se remonta al operativo policial que investigaba las presuntas actividades de un puñado de 'narcos' del conocido como clan del Cementerio de Alicante en el verano del año 2011. Cuando los agentes tenían pinchados los teléfonos de varios de los sospechosos, se vieron obligados a pasar a la acción al conocer que uno de los secuaces había sido retenido, y lo estaban moliendo a palos, acusado de robar a la banda cocaína y dinero. La sustracción de 40.000 euros en metálico y un kilo de 'coca' bien merecían un escarmiento.

Las fotos de cómo marcaron el rostro a Rafael con un bate de béisbol o las quemaduras provocadas con un cuchillo al rojo vivo no dejaban lugar a dudas, amén del vídeo que grabaron los carceleros, para dictaminar la sentencia condenatoria. La víctima sufrió brutales golpes que resultaban evidentes a simple vista, consistentes en descargas eléctricas o dolorosas quemaduras.

Después de varias suspensiones del juicio, la primera de ellas por su incomparecencia, se tuvo que celebrar sin la presencia de Rafael. El tribunal de la Sección Tercera finalmente impuso penas que suman 34 años de prisión a seis de los procesados por los delitos de detención ilegal, lesiones y tenencia ilegal de armas hasta contra la salud pública.