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Terrenos de Rabasa en los que hasta ahora se preveía la instalación de Ikea.
Echávarri propondrá a Ikea suelo en Rabasa «sin sospechas» si no quiere ir a otro sector

Echávarri propondrá a Ikea suelo en Rabasa «sin sospechas» si no quiere ir a otro sector

El primer edil se enfrenta a la reunión decisiva de hoy con la intención de «arreglar las cosas» con la multinacional que, apunta, «debe de estar harta de que vinculen su nombre con la corrupción»

Eva María Lahoz

Viernes, 17 de julio 2015, 00:54

El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, está decidido a conseguir amarrar hoy la instalación de Ikea en Rabasa, que se ha complicado mucho tras la paralización de la Actuación Territorial Estratégica en la que se enmarcaba. Echávarri se enfrenta hoy a su primera gran prueba de fuego. De la reunión con la multinacional, prevista para las 12.30 horas, puede salir con el compromiso de los suecos de mantener su apuesta por la ciudad o con una ruptura definitiva de las relaciones. Y el nuevo equipo de gobierno tripartito sabe bien que se juega mucho en ello.

Es muy probable que Ikea sea reticente a abandonar este sector, de gran valor estratégico, lo que situaría las negociaciones en punto muerto. Por eso el alcalde propondrá a los suecos que elijan otro suelo dentro del mismo sector «con otros propietarios» que no son Enrique Ortiz y «donde no hay nada bajo sospecha». En concreto, pone como ejemplo los terrenos en los que actualmente se ubica la Feria de Navidad o los de la antigua fábrica de tejas.

Hace dos años que Ikea se reunió por última vez con el Ayuntamiento, al menos de manera oficial y pública. Lo hizo en junio de 2013 tras conocerse la primera sentencia que anulaba el plan Rabasa. Entonces manifestó su intención de mantener su apuesta por este sector pese a que el equipo de gobierno de Sonia Castedo insistió en que se le habían ofrecido otras opciones.

Habrá que ver si su apuesta se mantiene tras surgirle nuevos obstáculos en el camino. Echávarri aseguró ayer que acude a la reunión con la intención de «escuchar primero lo que Ikea tiene que decir», para después intentar «facilitar que venga cuanto antes, de todas las formas posibles».

La situación puede ser, en un principio, tensa, dado el callejón sin salida en el que actualmente se encuentra la ATE y los problemas que los suecos han encontrado para instalarse en la ciudad. «Deben de estar hartos de que su nombre se vincule con una trama de corrupción», reconoce Echávarri, que culpa al PP de la situación y confía en «arreglar las cosas» hoy.

Opciones sobre la mesa

Pueden encontrarse con varias propuestas de los suecos. El peor escenario es que Ikea supeditase su instalación al desarrollo de la ATE. «Si nos dicen, o en Rabasa o en ningún sitio y siempre dentro de la ATE, entonces ya no dependerá de nosotros, es una actuación que está paralizada en Valencia y que jurídicamente tiene muchas dificultades de salir adelante», explica Echávarri.

Pero también puede darse el caso, apunta, de que quieran Rabasa y pidan al Consistorio es que les ofrezca otras vías para poder instalarse allí. «Si nos dicen, nos desvinculamos de la ATE pero estratégicamente tenemos un estudio que nos dice que lo que más nos interesa es Rabasa porque hay accesos o por lo que sea, nos parece bien», apunta el primer edil. «Yo no estoy en contra de que se instale en Rabasa. Yo de lo que estoy en contra es de que detrás haya una operación urbanística que reclasifica dos millones de metros cuadrados con la excusa de utilizar 50.000 para Ikea», añade.

El terreno de la Feria

Hay vida en Rabasa, apunta, más allá de la ATE. «Hay opciones, porque Rabasa son los terrenos al lado del cuartel y también los de enfrente, en la zona de la Feria de Navidad, que tiene unos propietarios distintos, o la zona de la fábrica de tejas», indica. Y considera que la multinacional debería valorar también que «no es lo mismo ponerte donde se instala la Feria, que los accesos están casi acabados», que hacerlo en los terrenos ocupados por la ATE. «Al pasar de un lado a otro de la carretera ya no son los mismos dueños, ya no hay nada bajo sospecha y la zona está casi urbanizada porque colinda con un polígono industrial», defiende.

Una tercera opción sería que estuviesen dispuestos a instalarse en otro sector. En tal caso, el Ayuntamiento pondría a su disposición todo el suelo compatible. «Alicante tiene muchísimo suelo y más ahora que se ha caído el Plan General de Ordenación Urbana», indica el alcalde.

En cuanto a la superficie que ofrecen, será, en un principio, «la que necesite Ikea, su aparcamiento y sus servicios auxiliares, en torno a 100.000 metros cuadrados», señala el regidor. No se cierra en banda a admitir también un centro comercial anexo, aunque sí deja claro que no serán «300.000 metros cuadrados de centro comercial» como se proponía.

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