Dos policías de Relleu niegan haber agredido y retenido al cliente de un bar

La Audiencia Provincial juzga a dos policías locales de Relleu por detener presuntamente de forma ilegal y lesionar al cliente de un bar, hechos por los que se enfrentan provisionalmente a penas de hasta 13 años de cárcel cada uno de ellos. El incidente se produjo sobre las 23 horas del 17 de mayo de 2006 cuando los agentes, D.C.M. y F.F.G., entraron en el establecimiento, ubicado en la calle Evaristo Manero de Relleu, y pidieron a la víctima las llaves de su coche.

A continuación, según se relata en el escrito de acusación del Ministerio Público, detuvieron al hombre «sin motivo alguno, le cogieron de un brazo y se lo torcieron hacia la espalda». Los agentes negaron ayer tal extremo, pues el primero de ellos en declarar aseguró que «le puse las esposas por delante y luego la Guardia Civil, al verlo tan nervioso, decidió ponerle los brazos atrás».

Según su versión, detuvieron al hombre porque había forcejeado con ellos, se sintieron intimidados y pensaron que iba a agredirles, ya que antes del arresto profirió insultos a uno de ellos. El hombre se encontraba esa noche celebrando la victoria de su equipo, el Barcelona, en la final de la Champions League.

No obstante, la fiscal responsable del caso sostiene que le tiraron al suelo y le pusieron las esposas sin leerle supuestamente sus derechos, como establece la ley, le llevaron al edificio del ayuntamiento y lo dejaron en una barandilla engrilletado. Así permaneció el hombre, que ejerce la acusación particular defendido por Alejandro Dartis, hasta que un coche patrulla de la Guardia Civil lo evacuó al hospital comarcal de la Marina Baixa, en La Vila.

Tras este episodio, la víctima sufrió lesiones en una mano por culpa de las esposas y tuvo que recibir tratamiento psiquiátrico con ansiolíticos y relajantes y asistir a una terapia. La fiscal del caso considera a los policías locales autores de un delito de detención ilegal y otro de lesiones y reclama para cada uno de ellos ocho años de cárcel, diez de inhabilitación, siete años de alejamiento y 22.480 euros de indemnización.