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José Vicente Pérez Pardo
Sábado, 7 de noviembre 2015, 00:34
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, encabezará la lista de los populares al Congreso de los Diputados en la provincia de Alicante, según comunicó ayer por la noche el comité electoral nacional reunido en la sede del PP en Génova. Pese a los deseos de renovación y regeneración en las candidaturas transmitidos desde la dirección provincial de los populares alicantinos, será el veterano dirigente, de 71 años, el cabeza de cartel en la cuarta provincia, junto a Sevilla, que más escaños se juega el 20 de diciembre (12).
En principio, se contaba con que García-Margallo encabezaría la candidatura por Valencia. Esta misma semana, el ministro se dejaba querer durante la presentación de su libro de memorias en Valencia y parecía que la dirección regional le daba el visto bueno a un hombre importante en el Gabinete de Rajoy.
La dirección alicantina también contaba con que el ministro se iría a Valencia, aunque Garcia-Margallo también tiene relación con la provincia, puesto que tiene una casa de veraneo en Jávea, por lo que también se rumoreó para Alicante. Pero no era el objetivo inicial.
La dirección provincial buscó un candidato que diera el perfil de la renovación que ha emprendido la organización en Alicante de la mano de su presidente, José Císcar. El favorito, como ya publicó este diario, era el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado. Incluso, la presencia de Casado esta misma mañana en Alicante junto con el ministro de Economía, Luis de Guidos, había disparado los rumores de que el abulense sería el candidato del PP en esta importante plaza.
Pero los movimientos en el seno de la organización cambiaron la hoja de ruta de la dirección nacional. La presidenta regional del PPCV, Isabel Bonig, y el líder de los populares alicantinos, José Císcar, mantuvieron ayer una intensa jornada de negociación con Génova para diseñar las candidaturas de la Comunitat Valenciana.
Al parecer, la imposición de Bonig de incluir a la exalcaldesa de Alzira, Elena Bastidas, como candidata por Valencia obligó a desplazar a García-Margallo a Alicante, lo que dejó sin posibilidad de movimiento a la organización provincial. Bastidas es una de las personas de más confianza de la actual presidenta regional del PPCV, que la ha aupado para que sea la referencia de los populares valencianos en Madrid. Cumple con los requisitos que quería Bonig de una persona joven, con la proyección que quiere dar a la organización. Es el mismo talante que ha promovido Císcar en la formación alicantina desde la convención de Benidorm del año pasado, por eso peleó por una alternativa que, además, le situara en Génova.
Sin embargo, parece que el pulso de ayer lo ganó Bonig y que Alicante tuvo que aceptar a García-Margallo. «Isabel está muy fuerte», explicaba a este periódico un importante dirigente. No solo que consiguiera desplazar a todo un ministro, sino también a la secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Susana Camarero, al segundo puesto en Valencia.
Por Castellón, irá Miguel Barrachina, vicepresidente de la Diputación. Se había rumoreado que Alberto Fabra podría entrar, pero el expresidente de la Generalitat permanecerá en un segundo plano.
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