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Luis Candela
Lunes, 9 de noviembre 2015, 00:45
La pelea no resultó mortal por muy poco, pues el principal involucrado puso todo su empeño en acabar con la vida de sus contrincantes. Un indigente que compartía morada en una nave abandonada de Alicante la emprendió a cuchilladas contra sus dos compañeros con los que pernoctaba en el transcurso de una reyerta ocurrida el pasado verano, hechos por los que se enfrenta a más de una década encerrado en prisión.
Reyerta.
El pasado 1 de junio se produjo la pelea en la que casi mueren dos indigentes que ocupaban una nave abandonada de Alicante.
Heridas.
El presunto agresor la emprendió a golpes de madrugada en el barrio de San Agustín y rajó con un cúter a las víctimas.
Cicatriz.
Uno de los afectados sufrió una cuchillada de 28 centímetros desde el labio inferior hasta el ojo.
Riesgo mortal.
El otro perjudicado sufrió un neumotórax y hemotórax, así como la rotura del bazo a causa de los golpes.
Indemnización.
La acusación pública le reclama al reo que pague 17.000 euros y 25.000 a los afectados por la paliza.
El acusado la emprendió a golpes contra las víctimas y presuntamente rajó a uno de los hombres con un cúter desde la boca hasta el ojo. Además, la acusación pública sostiene que le asestó varias puñaladas en la espalda y los brazos a otro. Este último sufrió heridas que pudieron acabar con su vida de no ser por la atención recibida por los servicios médicos.
Por esos hechos, el Ministerio Público pide para el detenido que presuntamente trató de matar a los otros dos indigentes una pena de 14 años entre rejas, según recoge el escrito provisional de calificación al que ha tenido acceso este diario.
La Fiscalía le acusa de dos delitos en grado de tentativa. Además de condena de prisión, el representante del fiscal reclama que F.S.O. indemnice con 25.000 euros al hombre al que dejó una cicatriz de casi treinta centímetros en el rostro y con 17.000 euros al hombre que casi fallece.
Los hechos se remontan al 1 de junio de este mismo año. En torno a la una menos cuarto de la madrugada, en la nave de la calle Suiza de Alicante donde los tres pernoctaban se desató una pelea que pronto pasó de las palabras y las amenazas a la acción. El procesado, un hombre de nacionalidad española, metió la mano en su bolsa y cogió el arma, según relata el fiscal responsable del caso una vez se ha instruido el asunto por un juzgado de la capital alicantina. Ya con el cúter en la mano, F.S.O. no se lo pensó y, supuestamente, se ensañó con sus compañeros.
La pelea se desató en las instalaciones ubicadas en el barrio de San Agustín de la capital alicantina, donde muchos solares y naves industriales abandonadas sirven de morada para personas que carecen de hogar. Vecinos de la zona han mostrado su malestar en multitud de ocasiones por esta situación que se viene produciendo desde hace años.
El que peor parado salió de riña fue un ciudadano procedente de Europa del Este. Las heridas propinadas con el arma blanca en la zona dorsal y los brazos le provocaron un neumotórax y un hemotórax, además de que la hoja llegó a romper parte del bazo. También sufrió varios golpes en la cara.
La víctima precisó de nueve días de hospitalización para recuperarse de las contusiones y las heridas de arma blanca. No obstante, hasta después de un mes no logró recuperarse del todo, según recogen los informes médicos obrantes en el sumario.
La otra víctima, un ciudadano moldavo, ha tenido menos suerte y ha quedado marcado para siempre. La hoja del cúter le rasgó la cara desde el labio inferior hasta el ojo, pasando por el labio superior y la nariz.
De hecho, el hombre requirió, además del tratamiento farmacológico, una intervención de cirugía estética para reparar en parte los destrozos provocados en el rostro. En total, el agredido requirió diecisiete días para recuperarse, diez de los cuales resultaron impeditivos para desempeñar sus ocupaciones.
El asunto se juzgará a partir del año que viene por un tribunal de la Audiencia Provincial de Alicante. Entretanto, el acusador público solicita al órgano instructor del caso que adopte las medidas cautelares pertinentes de fianza y embargo de bienes.
Por ello, se requieren los datos del acusado para acreditar su solvencia económica.
Hace casi dos años, tres mendigos fueron condenados por la Audiencia Provincial de Alicante por la muerte de otro indigente en la capital alicantina. Los hechos se produjeron en un edificio en obras cercano al estadio Rico Pérez.
Los tres acusados, de nacionalidad rumana, reconocieron haber iniciado una pelea por la distribución de las habitaciones del inmueble cuando se encontraban ebrios. La Sala apreció la atenuante de consumo de alcohol y les impuso una pena de cinco años entre rejas.
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