Urgente El Rey Felipe ya presencia la corrida de toros de Valencia
Los miembros de la plantilla del primer equipo del club posan para La Verdad justo antes de arrancar su entrenamiento.
BALONMANO

El balonmano sobrevive en tiempos difíciles

El Sporting Salesiano lucha contra las adversidades para tratar de mantener viva la llama de este deporte en Alicante

CARLOS RAMOS

Lunes, 16 de noviembre 2015, 00:37

Alicante tiene balonmano. Aún perduran en la memoria de los alicantinos aquellas tardes de gloria en las que el Calpisa, el Tecnisan o el Mar Alicante hacían vibrar a los aficionados a este deporte bajo el techo del Pitiu Rochel. Hoy, son tres los clubes que luchan contra las adversidades para avivar la llama del 'handball' en la ciudad. Problemas hay muchos: bajos presupuestos, altos costes federativos y sobre todo, la baja popularidad de este deporte en comparación con el fútbol o el baloncesto.

Publicidad

  • PARTIDOS

  • Lugar Pabellón Pitiu Rochel, junto al Rico Pérez

  • Día Sábados (cada dos fines de semana)

  • Hora 19

  • Categoría 2ª División Nacional

  • MÁS INFORMACIÓN

  • Año de fundación 1912

  • Equipación Pantalón azul y camiseta roja

  • Presidente Francisco Praes

  • Sede social Pabellón Pitiu Rochel

El Club Balonmano Agustinos cuenta con una de las mejores canteras de España, y respaldado por el colegio San Agustín tiene a más de 300 niños que sueñan por llegar a jugar en el equipo que hoy milita en 1ª División Nacional (equiparable al fútbol, para que nos entendamos, sería un 2ª B, como el Hércules sin ir más lejos). Un club que va a más y que gracias a los fichajes que ha realizado este año no quiere dejar de crecer. También el Club Balonmano Maristas, que cuenta con un equipo en categoría provincial (en fútbol sería Preferente) y que gracias también al colegio Hermanos Maristas tiene conjuntos en todas las categorías, desde benjamín hasta senior. Y en tercer lugar, el Club Deportivo Sporting Salesiano, que aunque ya no guardan vinculación alguna con el Colegio Don Bosco Salesianos, mantienen el nombre de un club que ya es centenario. Su actividad se desarrolla ahora en el Pabellón Pitiu Rochel y en el Colegio Joaquín Sorolla.

Francisco Praes, presidente del club, reconoce que «mantener un club así no es fácil, pero tenemos la suerte de que este año contamos con un sponsor principal, Horneo Fresh, que ha hecho un gran esfuerzo», de hecho, los equipos del club se llaman Horneo Sporting Alicante. Reitera el gran sacrificio que hacen este y el resto de patrocinadores que tienen porque las ayudas económicas son mínimas e irrisorias. El año pasado sin ir más lejos, desde la Concejalía de Deportes recibieron 460 euros en todo el año, solo el alquiler de la pista les costó 2000 euros. «En la gran mayoría de ciudades del país, si eres un club federado no pagas por utilizar las pistas municipales, es un inconveniente muy grande», sentencia Praes.

José Sánchez, propietario gerente de Horneo Fresh (aunque también forma parte de la directiva y actúa como 2º entrenador del primer equipo) declara que «formar parte del Sporting es un reto personal, una experiencia muy positiva y mi intención es devolver lo que el balonmano un día me dio, ellos me formaron como persona». Además, insiste en que «para Horneo Fresh esta actividad es sin ánimo de lucro, queremos ayudar y no nos ponemos techo».

En lo meramente deportivo, el club este año cuenta con equipos en benjamín y alevín (bajo el nombre del Colegio Público Joaquín Sorolla), infantil, juvenil, 1ª Autonómica y el primer equipo del club que milita en 2ª División Nacional (en fútbol jugaría en 3ª División). Este equipo se ha renovado casi por completo, empezando por el entrenador. Vicente Moya ha cogido el relevo de Salvador Crespo y lo tiene claro: «somos un equipo con una media de edad que no supera los 23 años, un grupo inexperto por trabajar, pero la dinámica es buena y los objetivos se irán cumpliendo». El míster del conjunto alicantino asegura que «no hay prisa, somos realistas y sabemos que es una liga dura, tenemos mucho trabajo por delante». Además, Moya sabe que «no es fácil para ellos compaginar estudios o trabajo con los horarios de entrenamiento y los viajes cada fin de semana». De momento no se pone un techo, pero «hay que tener siempre los pies en el suelo, el secreto es el trabajo y la entrega de cada uno, a partir de ahí lo que tenga que venir, vendrá», apunta.

Publicidad

Los objetivos de un club humilde como éste pasan por formar a gente joven, «tenemos que conseguir atraer a más chavales, porque cuando descubren este deporte no prueban otros, tenemos que ampliar nuestra base», declara Vicente Ramos, miembro de la directiva. Además, la importancia de mantener la categoría en 2ª Nacional y el trabajo que se va haciendo desde abajo les hace ponerse el reto, sin prisas, de dar el salto deportivamente hablando. «Las prisas son malas, hay un buen grupo, muy joven, al que se le está formando y no debemos precipitarnos», asegura Praes. Lo que seguro que demuestran en la pista y fuera de ella, jugadores, técnicos, directiva y afición es ilusión y pasión. Pasión por este deporte que seguro que dentro de algunos años volverá a subir ese peldaño que le falta para volver a alcanzar la élite. Un peldaño del que nunca debió bajar.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 12 meses por 12€

Publicidad