Los detenidos en Benidorm por el falso Picasso crearon una empresa en Belice

La Policía Autonómica ha desarticulado en menos de un mes dos grupos que pretendían vender obras falsas de Picasso. El valor que pedían por las piezas era de 160 millones de euros. Se trata de la operación más importante, por número de piezas y su importe, desarrollada hasta la fecha en España. Una de las operaciones se desarrolló en Granada. La segunda tuvo su epicentro en Benidorm. Entre los detenidos no existía ninguna relación más allá de que el nexo de la supuesta estafa eran las obras del estandarte del cubismo.

Los agentes autonómicos se están convirtiendo en unos especialistas en este tipo de operaciones. A sus espaldas ya cuentan con otras exitosas actuaciones como la detención de los falsificadores de la obra de Mariano Benlliure. Esto les ha permitido tejer una red de contactos entre galerías y marchantes que les alertan ante cualquier sospecha. Así se iniciaron las pesquisas que han terminado fructificando en este dispositivo.

De los tres sospechosos de Benidorm, dos han sido ya imputados y se busca al tercero. Crearon una sociedad en Belice (paraíso fiscal) para derivar allí los beneficios de una hipotética venta. Hasta en 19 ocasiones ofrecieron la pieza a diferentes inversores, con escaso éxito. En algún caso, incluso llegaron a mostrarla en una furgoneta que, al parecer, se había destinado a un negocio de construcción. No parece el lugar más adecuado para trasladar una obra que supuestamente está valorada en millones de euros, destacaron las fuentes policiales.

Los herederos de Picasso

Los detenidos sostienen que 'La vida y la muerte' se trata de una obra auténtica. Proviene de un coleccionista catalán fallecido. Los sospechosos gastaron dinero en restaurar la obra y en conseguir documentos -una pericial caligráfica, entre otros- que les permitiera acreditar la autenticidad de la obra ante hipotéticos compradores. Sin embargo, sólo 'Sucesión Picasso', entidad que preside en París el hijo del artista, Claude Ruiz Picasso, al que remitieron las obras para que confirmara que son falsificaciones, puede dar validez a esas piezas.

Los sospechosos cuentan con antecedentes. En concreto, uno de ellos acumula un amplio curriculum delictivo, especializado en engaños, desde los timos más burdos hasta los más sofisticados, como la venta de arte.

La otra operación, la desarrollada en Granada, permitió recuperar otros cuatro óleos. Al parecer, estas obras, según los arrestados, provenían de Cuba. Existe una coincidencia en la biografía de la familia de Picasso. Su abuelo vivió a mediados del siglo XIX en la isla y el artista español conoció en París a un pintor cubano. Quizá pudo viajar allí, apuntaron los agentes que han investigado el asunto. Pero todo son hipótesis. También los arrestados en esta ciudad, al igual que los alicantinos, todos ellos de nacionalidad española, arrastraban antecedentes policiales. En este caso, incluso alguno de ellos por delitos relacionados con la corrupción urbanística.

Todos los cuadros se almacenan ahora en una sala del museo San Pío V a la espera de que los jueces que instruyen ambos asuntos, en Granada y Benidorm, decidan qué hacer con ellos. Los especialistas confirmaron que las imitaciones están hechas con la clara intención de engañar a los compradores imitando el estilo más reconocido del pintor malagueño. No obstante, resultaría complicado que un experto en arte resultara engañado.

El director general de la Agencia Valenciana de Seguridad, José María Ángel, destacó ayer que pese a lo que pudiera pensarse, «en algunas ocasiones los agentes han corrido peligro» porque «los delincuentes de este tipo no son delincuentes de guante blanco». Los policías no quisieron precisar más esta circunstancia.