El tripartito supedita al nuevo mapa acústico las medidas correctoras contra el ruido

La tercera y, por el momento, última mesa de diálogo sobre veladores, se cerró ayer con el acuerdo de basar la política de control del ruido de los locales de ocio de la zona centro en los resultados que ofrezca el nuevo mapa acústico de la ciudad. Un mapa que, como ya adelantó hace unos meses este diario, incluirá por primera vez la hostelería entre las fuentes de contaminación acústica a valorar. Tanto vecinos como hosteleros coinciden con el Ayuntamiento en que es importante disponer de mediciones y datos contrastados con los que trabajar en esta materia, para evitar basarse en «percepciones subjetivas».

El equipo de gobierno explicó ayer que los resultados que ofrezca el mapa servirán para establecer un nuevo plan acústico, con medidas correctoras concretas contra este tipo de contaminación acústica, si es que existe. Se llevarán a cabo mediciones en las zonas más conflictivas para comprobar la incidencia real de los locales de ocio en la contaminación acústica, algo que hasta ahora no se ha medido oficialmente.

El problema es que elaborarlo llevará tiempo y dinero y en estos momentos ni siquiera el tripartito tiene claros los plazos. Hay una partida en las cuentas de 2016 para iniciar este mapa acústico, pero todavía no está disponible dado que los presupuestos ni siquiera se han aprobado. Mientras tanto, el equipo de gobierno se comprometió ayer a estudiar las propuestas que han presentado en la mesa de diálogo tanto los vecinos como los hosteleros y tomar una decisión acerca de las que se pueden poner en marcha y las que no, con la colaboración de los técnicos.

Cuando hayan tomado esta decisión, reunirán de nuevo a la mesa de diálogo para presentar sus conclusiones e intentar pactar un documento marco «con el mayor consenso posible, aunque sabemos que no vamos a contentar a nadie al cien por cien», explicó el portavoz del equipo de gobierno, Natxo Bellido.

Pero los proyectos de la Concejalía de Vía Pública no van a esperar a estas conclusiones. El concejal Miguel Ángel Pavón dejó ayer claro que va a seguir adelante con sus planes de reordenación de veladores en las zonas que considera más saturadas. Empezando por el de la plaza de Gabriel Miró, que quiere aprobar a finales de este mes o a principios del próximo. Todos ellos incluirán, ya lo avanza, «reducción de mesas y de horarios». Previamente se compromete, eso sí, a mantener encuentros bilaterales con vecinos y hosteleros afectados por cada plan, para escuchar sus propuestas. «El Ayuntamiento no se puede parar», justificó.

Además, los técnicos de la Concejalía trabajan ya en la modificación de los planes especiales del Casco Antiguo y del Centro Tradicional para incluir en ellos la suspensión de nuevas licencias a pubs, discotecas y salas de fiestas, tal y como se acordó la semana pasada en la mesa.

Pavón explicó que en el Plan Especial del Casco Antiguo ya se recoge la figura de «área acústicamente saturada», que implica esta suspensión de licencias en algunas calles. La intención del Ayuntamiento ahora es extenderla a todo el Casco Antiguo e introducirla también en el Plan Especial del Centro Tradicional para «evitar que un problema que ya existe se agrave».

El edil confió en que el cumplimiento estricto de la ordenanza, la suspensión de licencias, el incremento de la presión policial y las medidas correctoras que se aprueben tras conocer el mapa de ruido servirán para atajar este conflicto para evitar tener que «modificar la ordenanza o declarar una zona acústicamente saturada, mucho más restrictiva y que permitiría actuar incluso contra los locales que ya tienen licencia». Este sería, señaló, el último recurso.