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Un lugar común en lo más íntimo

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El Principal de Alicante acoge mañana la obra 'Cuando deje de llover', galardonada con tres Max

Eneas G. Ferri

Jueves, 11 de febrero 2016, 01:58

Es una de las sorpresas más llamativas en el panorama del teatro español. Desde que partieron de las naves del Teatro Español en El Matadero de Madrid, sin apenas recursos, público ni expectativas, la obra 'Cuando deje de llover' ha crecido en todos los sentidos y, sobre todo, en el de la aceptación de público y crítica. Aún siendo una producción de la temporada pasada, la producción sigue girando por España y llegará mañana al Principal de Alicante debido a que «es de esas obras que serán recordadas y tenían que venir», expresó Francesc Sanguino, director del coliseo alicantino, cuando presentó la obra dentro de la programación de primavera.

  • Qué. Obra 'Cuando deje de llover', un texto de Andrew Bovell producida por el Teatro Español con la dirección de Julián Fuentes Reta.

  • Cuándo y dónde. Mañana en el Teatro Principal de Alicante, con único pase a las 21 horas.

  • Cómo. Entradas a la venta en las taquillas y mediante Instanticket a precios entre 12, 18 y 25 euros.

Con un elenco compuesto por nueve actores bajo la dirección de Julián Fuentes Reta que representa un texto del australiano Andrew Bovell Ha sido galardonada con tres premios Max: mejor dirección de escena para Julián Fuentes Reta; mejor actriz protagonista para Susi Sánchez y mejor espectáculo de teatro, además de los premios de la Unión de Actores a la mejor actriz y actor secundarios para Consuelo Trujillo y Jorge Muriel, respectivamente, y mejor actor de reparto, para Susi Sánchez y Felipe García Vélez.

Según explican desde la compañía, 'Cuando deje de llover' «es la historia de una saga familiar, contada en saltos en el tiempo y con múltiples capas, que abarca cuatro generaciones de una misma familia que se mueve entre Europa y Australia desde 1959 a 2039. Una anatomía de las relaciones paterno filiales en la que nueve personajes de una misma familia se confrontan a los misterios de su pasado para así entender su futuro. Una obra que explora como los patrones del olor, el abandono, la destrucción, el perdón y el amor se pasan de unos a otros sin remedio; hasta que un día en el que los desiertos son inundados por el mar, alguien encuentra el coraje de desafiar ese legado. Es un potente drama que viaja al corazón de los lazos familiares y a la esencia misma de su naturaleza contado desde la empatía hacia el ser humano y su complejidad, con sorprendentes toques de humor, poesía y esperanza».

Ver y entender

No obstante, a esta presentación inicial se añaden numerosas formas de ver y entender el mensaje que transmite Bovell con su texto. Para Fuentes Reta, la obra habla «de un lugar común en todas las personas y, a la vez, íntimo, personal y distinto en cada uno de nosotros». «Siempre hay algo en nosotros que hemos heredado de nuestros padres y que legaremos a nuestros hijos. Hay formas de ser, secretos, temas tabú en las familias que aunque no queramos, todos tenemos. De este pasado y futuro y de cómo las personas lo afrontan va la obra. Todos tenemos en común que somos hijos», detalla.

En cuatro generaciones, los integrantes de la familia Law van asumiendo, heredando y legando un secreto familiar que tarde o temprano tienen que afrontar cuando van a tomar una decisión importante. El texto se adentra en estos momentos, por escenas y con distintos protagonistas, que se representan de padres a hijos, de madres a hijas, en distintas generaciones y décadas.

«La emotividad, los lazos familiares, los errores del pasado, las cosas que dijiste y no tenías que haber dicho o las cosas que te callaste y sería mejor decirlas van pasando de unos personajes a otros y de unas épocas a otras», comenta Fuentes Reta.

Es, precisamente, este cambio generacional y de actores una de las cosas que más ha gustado y costado, al tiempo, en el trabajo de interpretación. «Hay actores que representan al padre de otro actor que tiene edad para ser su padre. Hay un intercambio de edades reales y de los personajes que mezcla la historia que ha supuesto un reto tanto en la dirección como en la interpretación», concreta el director.

Concretamente, la responsabilidad, recae en Jorge Muriel como Gabriel Law, Pilar Gómez como Elizabeth joven, Consuelo Trujillo o Ascen López como Elizabeth adulta, Pepe Ocio como Henry Law, Susi Sánchez como Gabriela adulta, Ángela Villar como Gabriela joven, Felipe G. Vélez como Joe Ryan, Ángel Savín o Francisco Olmo como Gabriel York y, finalmente, Borja Maestre encarnando a Andrew Price.

Otro de los retos que ofrecía el montaje es el de situar las escenas en distintas épocas y con algunos personajes que se repiten en distintas edades. Para este cometido, el equipo ha contado con el diseño de iluminación de Jesús Almendro, la música compuesta por Iñaki Rubio, la escenografía y los audiovisuales firmados por Iván Arroyo y el diseño de vestuario y atrezo a cargo de Berta Gasset. El resultado del trabajo de los cuatro creativos es «muchos detalles que acompañan al texto. Se cuida el vestuario y lo que se puede de la escena para, junto al texto y la imaginación que deben poner los espectadores, llevar las escenas a lugares como distintas casas en Londres y Australia, una playa o la cumbre de un monte», explica Fuentes Reta.

La producción del Teatro Español nació como «un proyecto arriesgado que no sabíamos como iba a ser encajado por el público», comenta el director. No obstante, tras meses con sede en El Matadero de Madrid y en gira por España, los resultados de público y los galardones de críticos y expertos confirman que se trata de una obra de calidad.

A este respecto, Fuentes Reta confiesa que «no sabemos dónde puede estar el secreto del éxito que estamos teniendo», pero se aventura a decir que «gran parte de ese éxito radica en el boca a boca que vivimos en Madrid». «Es una obra que llega a lo más íntimo de los espectadores y, además, en cada uno de ellos se manifiesta de una forma personal. Empezamos con un público normal y cada vez se iba llenando más. Fuimos descubriendo que la gente recomendaba la obra, que iba diciendo que le había gustado y que debían ir a verla. Esto fue creciendo y es de agradecer porque es la respuesta del público, no de campañas comerciales o de rostros conocidos por la televisión».

En el mismo sentido, el director de 'Cuando deje de llover' manifiesta que «es agradable que proyectos como éste, que han nacido para hacer teatro de la mejor manera que puede gente humilde, acaben por resultar comerciales porque llenan teatros y, al tiempo, ver que proyectos nacidos para hacer caja con dudosa calidad se estrellan».

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