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EFE
Jueves, 28 de abril 2016, 01:16
Un hombre de 42 años murió ayer por la mañana tras ser embestido por un búfalo en el Safari Aitana, un parque que alberga animales salvajes y que está ubicado en Penáguila, en el interior de la provincia de Alicante, según informaron fuentes de la Guardia Civil.
Al parecer, según los primeros datos, el fallecido era un empleado que había sido subcontratado para realizar unas obras de acondicionamiento en las instalaciones, tal y como explicaron las mismas fuentes. El suceso tuvo lugar poco antes de las 12.30 horas, cuando el fallecido estaba trabajando en una valla y, por causas todavía desconocidas, parece que se habría salido de la zona de seguridad poniéndose al alcance de los animales salvajes, añadieron las citadas fuentes.
En ese momento un búfalo aprovechó para embestirlo y cornearlo. Además, el ejemplar terminó arrastrándolo algunos metros, lo que le provocó la muerte casi en el acto, según se desprende de las primeras pesquisas de la Guardia Civil.
Los servicios de emergencia trasladaron una unidad del Servicio de Atención Médica Urgente (Samu) al complejo, pero nada pudieron hacer para salvar la vida del accidentado, ya que cuando se personaron en el parque el hombre ya había fallecido.
El Safari Aitana se encuentra situado a 1.020 metros por encima del nivel del mar, en el término alicantino de Penáguila, en plena montaña. No es la primera vez que se produce el fallecimiento de una persona en un parque por el ataque de un animal. De hecho, un suceso similar se registró hace más de quince años en el antiguo Safari Park, que se encontraba en El Verger, también en la provincia de Alicante. A principios de mayo de 1999 un matrimonio de ancianos alemán fue atacado por un tigre de bengala cuando recorrían las instalaciones. La policía atribuyó el incidente a un despiste de los fallecidos.
Al parecer, el matrimonio creyó que se encontraba ya fuera de la zona de los felinos y decidió bajar del automóvil cerrándolo con llave. En realidad habían salido de la zona de los leones para entrar en la de los tigres, en la que había tres ejemplares de Bengala. Aunque en el ataque únicamente participó un animal, ya que si hubieran participado todos los cadáveres habrían aparecido totalmente destrozados.
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