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«El humor me permite contar historias atroces sin melodramas»

escritora

Lola Torrent

Miércoles, 11 de enero 2017, 01:15

Un día se cruzó en su camino la historia de María de la Luz, la niña de raza negra hija de una esclava adoptada por una de las mujeres más poderosas de finales del siglo XVIII: Cayetana, XIII duquesa de Alba ( 1762-1802). Sería su única hija y beneficiaria de parte de su herencia. Pero apenas se sabe nada de ella más allá de algún retazo documental y su presencia silente en dos cuadros de Goya.

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-¿Cómo tuvo conocimiento de este personaje histórico que ha inspirado su última novela?

-Me encontraba escribiendo otro libro con el que no me sentía a gusto. Con él iba directa a la catástrofe porque me chirriaba por todos los lados. Me tenía muy angustiada y acabé finalmente tirándolo a la basura. Fue entonces cuando una amiga me contó que Cayetana de Alba tenía una hija de raza negra. Yo lo desconocía completamente y me llevó a comenzar una labor de investigación que se prolongó durante seis meses. Fue el origen de la novela.

-Dicen que la realidad supera a la mejor ficción. La historia está llena de capítulos que hacen bueno ese dicho.

-Así es. 'La hija de Cayetana' es una novela histórica basada en un hecho real y ambientada en la corte de Carlos IV. Pero también es una novela de aventuras porque además de hablar sobre la duquesa y su hija cuento la historia de la madre biológica de la niña, una esclava que trabajaba en una plantación en Cuba y que viaja a España con sus amos ya embarazada. Cuando su amo y padre de la niña muere, la viuda decide librarse tanto de ella como de la pequeña y las acaba vendiendo.

-Sorprende saber que en España también había esclavos...

- La historia de la esclavitud en nuestro país ha sido olvidada o silenciada. Y este libro me ha permitido hablar de ella. Hasta los periódicos de la época publicaban anuncios por palabras bajo el epígrafe 'Venta de esclavos' donde se ofertaba a estas personas poniendo sus características más llamativas. En el libro reproduzco uno de estos anuncios. Es algo muy desconocido pero ya en el siglo XVII Miguel de Cervantes decía que Sevilla era 'el damero de Europa'. Se calcula que el 15 por ciento de la población de esta ciudad eran esclavos de color. De hecho pervive hoy en día una hermandad de Semana Santa llamada 'de los negritos' cuyo origen se remonta a esa época y cuyo cometido era acoger y ayudar a los esclavos cuando sus amos los echaban a la calle como si fueran muebles viejos cuando dejaban se serles útiles.

-Le llevaría tiempo documentarse sobre un tema histórico que, como comenta, ha sido silenciado.

- Estuve seis meses documentándome antes de empezar la novela y un año escribiéndola. Quería que tuviera un trasfondo histórico. No agobiar al lector con datos excesivos pero sí reflejar el aire de un siglo, el XVIII, que supuso la base del mundo moderno. He incluido muchas anécdotas y curiosidades. Por ejemplo hablo de la invención del sándwich y de la dentadura postiza. El humor es lo más importante. Te permite contar las cosas más atroces pero de alguna manera las desdramatiza. La vida es dramática, las cosas que suceden en esta historia son bestiales, pero intento sortear el melodrama porque no me gusta.

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-La hija de Cayetana tuvo un destino inesperado. Pasó de la pobreza extrema de su madre biológica a la riqueza igualmente extrema de su madre adoptiva...

-Sí. En el libro entrelazo la historia de ambas. Cuento cómo su madre biológica, cuando le roban a la niña recién nacida, se lanza a las calles a buscarla. Su historia, como la de tantas otras mujeres, es terrible. En su búsqueda acaba en un burdel bajo el puente de Segovia donde había mujeres orientales, árabes y negras. La retienen porque las prostitutas más solicitadas eran las que tenían leche y ella acababa de tener a su bebé. La novela narra, en paralelo a la vida de Cayetana de Alba, la lucha de esta mujer por reencontrase con su hija.

- Tuvo claro desde el principio el relato de la novela?

- Cuando empecé a escribirla no tenía ni idea de lo que iba a pasar. Suele ser así. Yo soy la primera sorprendida de cómo va desarrollándose la trama. Y eso me crea un gran desasosiego.

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- Gracias a que decidió tirar a la basura el libro que estaba escribiendo, esta novela vio la luz...

-Ahora estoy contenta. Pero fue un momento duro. Aunque la decisión de renunciar es tuya, nadie te empuja e ello, es como si te amputaras un brazo. Pero es verdad. De no haberlo hecho no habría aparecido este libro.

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