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R. GONZÁLEZ
ALICANTE
Martes, 21 de septiembre 2021, 12:40
A veces un simple reflejo o un destello bajo el mar puede conducir a un gran tesoro, de esos que todos han soñado encontrar en su niñez. Eso es lo que les pasó a Luis Lens y César Gimeno cuando buceaban en aguas de la bahía del Portitxol de Xàbia, toparon de forma fortuita con un conjunto de monedas romanas de oro de los siglos IV y V. Hallaron ocho, pero tras una prospección han salido a luz hasta 53 piezas.
Todo sucedió el pasado 24 de agosto, Luis y César, que son cuñados, estaban disfrutando con sus familias de la belleza que ocultan las agua de Xàbia cuando el brillo de una de esas monedas le llamó la atención. Ahí empezó esa aventura que desencadenó un gran hallazgo arqueológico subacuático excepcional que la población podrán admirar, ya que avisaron a las autoridades.
Ese paso permitió dar con el resto de monedas y evitar así cualquier expolio. Una actitud de «integridad y altruismo» alabada por numerosas personas. Entre ellas, el alcalde de la localidad, José Chulvi, así como por el vicerrector de Investigación de la Universidad de Alicante, Juan Mora; el jefe del servicio territorial de Alicante de Cultura y Patrimonio, José Antonio López Mira; y el jefe de la Compañía Calpe de la Guardia Civil, Jerónimo Pacheco.
El consistorio se puso en contacto con la conselleria y un equipo llevó a cabo un proyecto arqueológico subacuático en la zona, con la cooperación de los dos descubridores, y entonces aparecieron otros 34 sólidos romanos, que son documentados y depositados en el Museu Soler Blasco de Xàbia. En la siguiente fase intervinieron un equipo de investigación de la Universidad de Alicante y miembros de los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil. Fruto de ese trabajo se recobraron otras 11 monedas más.
El director del Soler Blasco, Ximo Bolufer, explicó que la piezas habían sido acuñadas en varias cecas, como las de Constantinopla o Milán. Eran sólidos de los emperadores Valentiniano I, Valentiniano II, Teodosio, Arcadio y Honorio.
También señaló que se baraja la hipótesis de que este tesoro formara parte de una ocultación que hizo alguna persona, a principios del siglo V, que estaba aterrorizada por la llegada de los alanos. Entonces las ocultó para evitar que fueran presa de los saqueos y con la intención de recuperar sus posesiones más tarde. Algo que jamás ocurrió.
Bolufer incidió en que eso encajaría con la situación histórica que atravesaba la zona y con la caída del imperio romano en España.
Desde la Universidad de Alicante pusieron de relieve que se trata de «uno de los mayores conjuntos de monedas romanas de oro hallados en España y en Europa». Según apuntaron, tendría una importancia comparable a la de alguno de los grandes hallazgos, como el tesoro de Lava (Córcega) o el de Saint Albans (Verulamium, Reino Unido).
Luis Lens, de Madrid, y César Gimeno, de Zaragoza, están acostumbrados a ver muy bien bajo el mar. Eso se debe, según explican, a que suelen sacar basura cada vez que salen a bucear. Estos dos cuñados veranean con sus familias en la zona de Cala Blanca siempre se zambullen en la zona del Portitxol. Pero el pasado 24 de agosto fue diferente. Luis vio algo brillar y pensó que era una moneda de 10 céntimos y no le hizo demasiado caso, pero a la vuelta ya la recogió del fondo. Luego bajó y encontró otra y llamó a César, que también cogió una pieza. Y lo mismo sus hijos. En principio no eran conscientes de la importancia pero «al quitar la arena y ver lo que era, nos dio un vuelco el corazón», relatan emocionados.
Tras encontrar ocho piezas, en lugar de quedárselas, optaron por avisar al Ayuntamiento de Xàbia. Entonces se puso en marcha la maquinaria de las administraciones local y autonómica, la Universidad de Alicante y los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil. Los dos protagonistas aseguran que guardarán este recuerdo en sus corazones y animan a quien encuentre un tesoro a que lo entregue a las autoridades.
Asimismo, insistieron en el valor arqueológico e histórico, pues concuerda con el momento histórico y confirma lo que las fuentes escritas describían de esa época de inseguridad por la llegada de los pueblos bárbaros.
Para seguir investigando la zona donde se produjo el descubrimiento, la Generalitat ha emitido una autorización para realizar una excavación subacuática, que contará con un presupuesto de 17.800 euros. Así lo anunció José Antonio López. Dará comienzo en la segunda quincena de octubre y se prolongará durante tres o cuatro semanas.
Cabe recordar que la bahía del Portitxol de Jávea es un área con abundantes restos arqueológicos y donde ya se hacen prospecciones.
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Por lo que se refiere al destino de las monedas, la intención es que se exhiban en el Museu Soler Blasco. Según reconoció el alcalde, ya han iniciado los trámites para cumplir las especificaciones técnicas y de seguridad requeridas por la conselleria para albergar la colección.
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