La lluvia de los últimos días, «un milagro» para los agricultores alicantinos

La lluvia de los últimos días ha sido calificada como «milagrosa» por los agricultores alicantinos después de meses de sequía. La asociación Asaja celebra que estas precipitaciones hayan salvado media cosecha de moscatel, a la vez que han servido para consolidar el cultivo de granadas y para ahorrar un riego a la comarca de la Vega Baja.

Las precipitaciones, de entre 20 y 100 litros por metro cuadrado recogidos desde viernes en el interior y la costa alicantina, han permitido a los agricultores ahorrar el 15 por ciento del riego anual en la Vega Baja, devuelven la viabilidad a las viñas de uva moscatel en la Marina Alta y aumentan el calibre de nísperos, granadas y uvas en la Marina Baixa, el Camp d'Elx y el Medio Vinalopó, según ha informado la organización.

Por su parte, en l'Alcoià y El Comtat, el agua alarga la vida de una cosecha de cereal muy comprometida por la sequía. Por contra, los apenas 12 litros de Villena y la Foia de Castalla mantienen los cultivos de ambas zonas en situación "terminal".

El presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu, ha calificado las lluvias de "bendición" mientras que para el vocal de uva de mesa, Pedro Rubira, han supuesto "un milagro". "Las precipitaciones han dado oxígeno al campo alicantino en medio de una grave sequía unida a un alza de precios sin precedentes", ha indicado Andreu. Según Rubira, la caída media de 50 litros por metro cuadrado entre el viernes 4 y el lunes 7 de marzo en la mayoría de las comarcas de la provincia ha permitido "consolidar calibres y brotaciones, ganar tiempo en cultivos que estaban sentenciados y ahorrar muchas horas de riego a las comunidades de regantes".

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