El alcalde que se va con la música a otra parte

Todo comenzó hace 22 años, un plazo de tiempo que Civera ve más que suficiente y que desea zanjar. Por medio está el dato, inédito en España, de haber sido alcalde de dos municipios, Alcublas y Llíria. "Pregunté en la Federación Española de Municipios y Provincias y me dijeron que no conocían un caso similar", manifiesta.

Y su retirada pudo haber sido antes. Pero la llegada de la pandemia provocó que decidiera "tomar el toro por los cuernos" y continuar al frente de la nave. En este periodo de tiempo incluso vivió de primera mano qué se siente al estar enfermo de Covid 19: "Estuve ingresado una semana con neumonía, además de otros diez días enfermo en casa, y aunque no tuve que llegar a la Unidad de Cuidados Intensivos", reconoce que fue una experiencia de la que aprendió mucho "porque es en esos momentos donde tomas conciencia de los servicios públicos".

Este paréntesis le ha hecho seguir un año más de lo que tenía previsto al frente de la ciudad, pero mantiene firme su intención: "Decidí que debía dar el relevo. Necesitaba reciclarme, airearme". Está previsto que sea el próximo 23 de junio cuando se celebre la sesión en la que se certifique su abandono de la primera línea de la política municipal.

Como momento amargo también recuerda el debate "tan fuera de sí que hubo alrededor de los centros de menores".

Cuando se le pregunta si la familia ha tenido algo que ver en su decisión, enumera las características que en su opinión debe tener alguien que quiera comenzar una carrera política: "Lo primero, no depender de la política, cosa que a mí no me pasa porque tengo un medio de vida, soy funcionario. Lo segundo hay que tener 'una mala salud de hierro', porque has de estar listo 7 días a la semana y 365 días al año y lo tercero has de recibir ayuda de tu familia".

Recuerda que llegó a la alcaldía y de los primeros proyectos que impulsó fue la mejora de la CV-35. Precisamente esta semana se ha inaugurado el tercer carril de una carretera que ha cambiado la vida de la comarca.

No olvida que en 2015, cuando accedió a la alcaldía, "el paro era del 34%. Además, el estado de ánimo en la población era muy bajo". Su 'truco' no fue otro que "solventar problemas" para que las empresas de gran tamaño, entre las que destaca a Power Electronics o Conforama entre otras muchas, decidieran instalarse en el término y comenzaran a generar puestos de trabajo.

A sus 60 años de edad, no se arrepiente de lo hecho y afirma que al Manolo Civera de 1999, el de 2021 le recomendaría "que siguiera adelante. Estoy orgulloso de lo que hemos hecho en este tiempo".

Reconoce que se retira "con la conciencia muy tranquila" y que piensa aprovechar el tiempo para sus aficiones entre las cuales está la música: "Mi intención es seguir las clases de contrabajo con Pascual Cabanes". Atrás quedan sus momentos en los que tocaba la guitarra con el grupo Allioli o todos los años en los que fue jugador de balonmano, deporte que, casualmente, ha puesto sus ojos en la ciudad, donde se celebrará el próximo mundial femenino.

Además, y recordando sus raíces serranas, procedentes de tanto de su familia como de los años que estuvo en Alcublas escapando del periodo del boom urbanístico, tiene en mente un peculiar 'Camino de Santiago' que partirá de Llíria y llegará hasta Ademuz, para regresar a la capital del Camp de Túria. Ya ha calculado que le costará unos diez días por rutas de gran belleza. Sus tareas para los próximos meses también incluyen "estar con la familia y los amigos. Tenemos tantas conversaciones pendientes", reconoce.