El vecino que mantuvo en vela a dos pueblos

Todo quedó en un susto y en una anécdota para recordar, pero las horas de tensión que se vivieron en Llíria y Alcublas la noche pasada y hasta la mañana de hoy fueron de lo más tensas. Un vecino desapareció de la residencia de Llíria en la que se encontraba y apareció sano y salvo a la mañana siguiente en su casa de Alcublas, en la comarca de los Serranos. Su huida provocó un gran despliegue de búsqueda.

A última hora de la tarde de ayer, y por causas que se están investigando, los trabajadores de una residencia de mayores de Llíria detectaron la ausencia de un vecino de unos 70 años de edad. Inmediatamente se puso en marcha un efectivo de búsqueda que no se detuvo por la noche con efectivos de la Guardia Civil y voluntarios que trataron de localizar a este hombre por si hubiera podido haber resultado herido y estuviera en medio de algún campo.

Mientras tanto, el protagonista de esta historia, que según fuentes cercanas no padece ningún tipo de dolencia mental severa, se acercó hasta una parada de taxis y preguntó si le podían llevar hasta su pueblo, Alcublas. Al añadir que no tenía dinero, los taxistas respondieron que lo sentían pero que no podían llevarlo.

Pero, ni corto ni perezoso, decidió que iba a cumplir su objetivo fuera como fuera e inició un recorrido por caminos secundarios de cerca de 30 kilómetros de distancia, ya que la carretera convencional se recorrió en varias ocasiones sin que fuera detectado. El hecho de que se dedicara a la agricultura propició que conociera palmo a palmo el terreno y no se perdiera.

La madrugada pasó en medio de la preocupación de los familiares de este hombre. Pero cual fue su sorpresa cuando por la mañana lo encontraron sano y salvo en su casa, sin aparentemente ninguna herida más allá del cansancio sufrido al recorrer esta distancia en medio de la noche.

Hasta el alguacil del pequeño y casi siempre tranquilo municipio de los Serranos, quien también estaba avisado por si alguien podía dar alguna pista, conoció que la historia había acabado bien y la transmitió a muchos otros ciudadanos. La buena nueva también llegó a media mañana hasta Llíria, donde también respiraron aliviados al conocerla.