

Secciones
Servicios
Destacamos
B. gonzález
Enguera
Miércoles, 6 de octubre 2021, 23:29
Lo primero que asociamos cuando hablamos de La Canal de Navarrés en tema de agricultura es el olivar y el aceite y así continúa siendo. ... Sin embargo, desde hace unos años la algarroba está tomando auge. Un producto que cada vez se paga mejor, hasta un euro el kilo, debido a la demanda existente por sus diferentes usos.
Este es lo que ha animado a los agricultores de esta comarca a dar valor a un cultivo que siempre ha sido residual. Apenas hay campos dedicados exclusivamente al algarrobo y si antes no merecía la pena recogerlo o se destinaba a alimentación del ganado, ahora se busca hasta la última vaina.
Así lo explica Juan Carlos Martínez, delegado de AVA en Chella, quien asegura que se están produciendo incluso hurtos en árboles de particulares, especialmente en campos abandonados o que son de titularidad pública de la sierra. «A mí mismo me han quitado la cosecha de dos algarrobos que supondrían unos 300 euros», indica.
En CampoEnguera, la cooperativa que aglutina a unos 2.000 socios, aunque dedicada principalmente a la cosecha de olivas y producción de aceite, recoge también las algarrobas que tienen sus socios. «Estamos pesando más kilos que ningún año, unos 300.000, frente a los 68.000 kilos de 2017, es decir, se ha multiplicado por cuatro», subraya Paloma, su directora.
Y no es porque haya sido un año de mayor cosecha, sino porque los socios de la cooperativa han visto que pueden ganar bastante dinero con un fruto que hasta ahora apenas recogían porque tampoco se pagaba bien. No sólo eso, sino que asegura que hay agricultores que se están planteando arrancar los cítricos o caquis para plantar algarrobos.
«Lo bueno que tiene este cultivo es que apenas necesita riego y no le afectan las plagas, por lo que a nivel de costes por tema de tratamientos y labores agrícolas es un cultivo rentable», explica Paloma, quien asegura que el problema está ahora en que hay lista de espera para comprar los plantones en toda España, dada la demanda.
Pero además, en la zona hay una variedad autóctona que es la ‘Melera’, que se adapta muy bien al clima de la comarca con frío y hielo a partir de enero. «Tiene menos rendimiento pero una gran calidad, aunque, de momento, no pagan por ella».
En esta cooperativa no tratan la algarroba, la vende a una empresa que produce e investiga los distintos usos de este producto principalmente comida vegana o condimento culinario.
Tampoco lo procesan en la Cooperativa de Chella, donde sí se mantienen desde hace años la cantidad de cosecha, unos 220.000 kilos, que venden a otra almazara de segundo grado.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Santander, capital de tejedoras
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.