![Comercios emblemáticos de Valencia | Galerías TodO, la histórica tienda valenciana donde no faltaba de nada](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202110/31/media/cortadas/LA%20BUENA-RG26iglUJT5cjSVrUPcRhxO-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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Resulta atractivo diseccionar una palabra, el concepto que encierra, para descubrir cuánto supone para una sociedad que un día la hizo suya al incorporarla al escenario urbano de su ciudad de cabecera y permitir que se entrometiera en la vida cotidiana de sus habitantes para ... con el tiempo quedar grabada en la memoria colectiva con la que se construye la historia. Cierren los ojos y echen la vista atrás a las calles de Valencia. Descubran en el entramado urbano de los años sesenta del pasado siglo la presencia de la palabra 'Todo', voz de la que la Real Academia Española (RAE) predica: «Indica la totalidad de los miembros del conjunto denotado por el sintagma nominal que modifica». Y a ese punto viaja hoy LAS PROVINCIAS.
Entramos en Galerías TodO, la tienda que el 3 de marzo de 1962 abrió sus puertas en medio de una sociedad inmersa en el Desarrollismo para la que consumir empezaba a ser posible. Al día siguiente LAS PROVINCIAS daba cuenta de ello a toda página y con tres fotografías bajo el titular «Cuatro meses después de surgida la iniciativa se inauguran las Galerías Todo». Era la crónica del inicio de una aventura que todavía hoy recuerdan muchos valencianos que quizás allí entregaban la primera carta a los Reyes Magos, compraron el televisor que les abrió las puertas al mundo, como estudiantes disfrutaron de un trabajo en las campañas de Navidad, saborearon meriendas de infancia en compañía de su madre, debutaron sobre unas escaleras mecánicas o conquistaron su primera tarjeta de compra.
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En el número 48 de la Avenida del Oeste nació la deslumbrante marca cuyo consejo de administración presidía José Serratosa, patriarca de una conocida familia financiera valenciana, y que contaba como alma impulsora del todo y de lo nuevo con el consejero delegado Carlos Máñez Meliá. Allí había estaba «todo al alcance de la mano», no faltaba de nada. Fue la tienda que presumía de ser la primera con escaleras mecánicas de la ciudad, eran seis y las instaló Macosa. Así lo anunciaban en este periódico, como también que ofrecían «Jornada ininterrumpida de 9 a 7». El impacto que causaron entre el público aquellas novedosas máquinas que ayudaban a subir y bajar fue inmenso, aunque como relataba Francisco Pérez Puche en 2012 en LAS PROVINCIAS, también Gay, otro emblemático comercio de la ciudad, ya había publicitado lo mismo meses antes.
Galerías TodO, sí, con la 'o' final en caja alta, llegó anunciada- como se dice en esta tierra a bombo y platillo- por una deslumbrante campaña publicitaria realizada por la firma Publipress, como apuntó Pérez Puche. Semanas antes de la apertura ya se asomó a la opinión pública a través de las páginas de publicidad. No cabía duda de que por las venas de aquella tienda fluía modernidad. Aun a los ojos del siglo XXI llama la atención el diseño del letrero en el que la abierta vocal en mayúscula trazaba un círculo de tales dimensiones que adquiría un indudable carácter que casi podría definirse como holístico. Una grafía muy bien traída como invitación a encontrarse con el todo a lo largo y ancho de seis plantas dispuestas para el público valenciano con «todas las comodidades al servicio del comprador» y bajo las directrices de la «técnica comercial moderna en grandes almacenes», versaba la carta de presentación a través de mensajes comerciales.
Pilar Máñez, hija del Carlos Máñez Meliá -alma del proyecto- entonces era pequeña, pero guarda en la memoria vivencias de una tienda que es historia de la ciudad y de la provincia. «A Galerías TodO no sólo acudían habitantes de Valencia. Los sábados iba mucha gente de los pueblos», apunta Pilar, quien destaca que su padre, que había estudiado Derecho, «vivió cuatro años en Estados Unidos y de allí trajo las novedades americanas» como las escaleras mecánicas, las tarjetas o la presencia de dependientas -a quienes entonces se les llamaba 'señoritas' para solicitar su atención- con uniforme. Vino con él hasta las orillas del Turia el moderno concepto de los grandes almacenes.
De todo y, además, cafetería
Máñez Meliá trajo esa tienda que deslumbró a los valencianos vendiendo «desde un alfiler hasta un coche», recuerda Pilar Máñez que se solía decir. «Había perfumería y librería. Vendían gafas de sol, artículos de joyería. También ropa de hogar, de señora, de caballero y de niño. Lencería, menaje de hogar, electrodomésticos, juguetes...». Y a ese 'TodO' se sumaba la «cafetería, que estaba en el sótano» y a la que a Pilar le gustaba «ir los sábados por la tarde a merendar. Mi madre nos llevaba, también venían mis amigas».
Ya ven, el viaje de hoy no sólo conduce a una tienda, también a un paisaje de emociones que se descubre en una vivencia quee seguro comparten otros valencianos que en aquel popular establecimiento se citaron con «la modernidad», concepto que Pilar asegura que estaba impreso en el origen del proyecto que dio pie también a «EurotodO en la plaza del Ayuntamiento y a SupertodO en Reina doña Germana, donde en la planta baja había supermercado«.
«Si lo busca... vaya a Galerías TodO'. Otro mensaje publicitario de aquel primer año de vida de una tienda que acompañó el día a día de una sociedad que, además de a comprar llegó a invitar a jugar y ganar en un concurso con el que ofertaba «3.000.000 millones de pesetas en obsequios. Por cada compra superior a 50 pesetas. un boleto de premio'. Tal vez alguien recuerde ahora que con aquella compra de diez duros consiguió un boleto que le abrió la puerta a algún premio en los que se invirtieron aquellos 18.000 euros de hoy: maletas, lavadoras, tocadiscos, armario nevera y un TELEVISOR INVICTA (en mayúsculas), entre otros regalos, aparecían junto al nombre del agraciado con el premio en una inserción publicitaria en LAS PROVINCIAS del 11 de marzo de 1962.
Fueron pasando los años y los clientes por aquel establecimiento que todavía en 1971 se anunciaba en LAS PROVINCIAS para decirle al público 'Lluvia Protéjase con elegancia' en un anuncio en el que recordaba «lo que usted busca galerías lo tiene y... CUESTA MENOS». Pronunciaba esas palabras en la misma inserción que mostraba el logotipo de Tergal, el tejido sintético que triunfaba por aquellos días alimentando la ilusión de las amas de casa al descubrir que aquello se planchaba en un pis pás.
Ya con El Corte Inglés en Valencia, como el propio Máñez Meliá -siendo presidente del Casino de Agricultura- relató a Pedro Ortiz en una entrevista para este periódico, cerró las puertas aquel Galerias TodO que su impulsor presentó el día de su apertura como una manera de conceder «a la función de comprar y vender un calor humano e incluso una belleza». Con la intención de que «todos los artículos, con la mejor calidad y el mínimo coste estén al alcance de todos los consumidores'.
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La crónica sobre la inauguración publicada en LAS PROVINCIAS se abría con la afirmación: «La historia de una ciudad se escribe desde muchos ámbitos y no sólo desde el ámbito de las realizaciones públicas». El tiempo dio la razón al cronista cuando presentó aquel Galerias TodO que sirvió para definir, llenar de contenido, el indefinido adjetivo 'todo' en medio y a través de la vida de los valencianos. Muchos aún lo recuerdan.
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