G. Civil

La Guardia Civil desarticula una secta destructiva en Castellón

Su líder se denominaba a sí misma como 'maestra' y afirmaba tener la verdad absoluta

A. T. / J. M.

Viernes, 14 de julio 2023, 09:57

Más de un centenar de víctimas han sido liberadas tras la desarticulación de la secta 'La Familia del Alma' por parte de la Guardia Civil en Castellón. Algunas de esas personas eran de Valencia y de Castellón, aunque la mayoría venían de Barcelona. Se trata de la denominada operación 'Avicena', donde la Benemérita ha detenido a tres personas como líderes de una secta instalada en un chalet en Pobla Tornesa (Castellón), por los presuntos delitos de asociación ilícita, intrusismo laboral, contra la salud pública, agresión sexual y revelación de secretos, entre otros. Entre los detenidos se encuentra la maestra de la secta y su marido, junto a otro colaborador.

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Los agentes han desarticulado una secta destructiva del tipo conocido como secta psicoterapéutica, la cual se ocultaba como un grupo de psicoterapia convencional. Los hechos ocurrieron el pasado 11 de marzo, pero hasta que no han concluido las investigaciones y la incautación de material, como dispositivos electrónicos y documentos de las víctimas, no se ha hecho público. En el momento de la detención sólo estaban en la casa el matrimonio detenido, ya que las víctimas se encontraban en pisos que compartían en grupos de cuatro o cinco personas, dado que los líderes de la secta fomentaban que hubiera amistad entre ellos.

La Guardia Civil comenzó la investigación tras recibir la denuncia de los padres de dos de las víctimas, informando sobre la existencia de un grupo de víctimas que habían conseguido salir de la secta 'La Familia del Alma' y que también estaban dispuestos a denunciar los hechos sufridos.

En el grupo, resultaba habitual la práctica de rituales chamánicos con consumo de drogas, mezcal y sustancias alucinógenas para posteriormente practicar desnudos colectivos o talleres relacionados con los chakras y terapias sexuales. A veces estos actos se realizaban en contra de la voluntad de las víctimas tras anular su voluntad, rituales que en ocasiones eran filmados por los responsables en la vivienda de Pobla Tornesa, donde además se habrían producido presuntamente varios abusos sexuales. Las sesiones y rituales debían ser celebrados cuándo y cómo la 'maestra' establecía. Para conseguir sus objetivos, amenazaba a las víctimas con sufrir castigos, humillaciones e incluso con ser repudiados cuando ya existía una dependencia emocional del resto de miembros.

Personas de confianza

Todas las víctimas habían sido captadas por la secta a través de personas de confianza de los líderes de la organización, siendo el objetivo prioritario jóvenes en situación de vulnerabilidad emocional y en búsqueda de soluciones a sus problemas. Las edades de captación e iniciación en las terapias oscilaban alrededor de los 20 años de edad en la mayoría de los casos, todas con un bajo estado anímico por problemas personales o emocionales. Algunas de ellas han estado inmersas en el colectivo durante más de 15 años, quienes se habrían incluso iniciado cuando aún eran menores de edad.

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La situación de las víctimas facilitaba a la maestra su manipulación mediante el uso de diferentes técnicas de control, persuasión, dependencia emocional y separación afectiva de su entorno más cercano con el objeto de ser separados de ellos e integrados en la 'Familia del Alma'. La líder impartía las terapias a los afectados a cambio de abonar elevadas cantidades de dinero, y según aumentaba la fidelidad y dependencia emocional de las víctimas, aumentaba el precio de dichas terapias. Los pagos se realizaban mediante métodos de pago que permitieran ocultar la detección de estas actividades a las autoridades.

Las personas afectadas están ubicadas mayoritariamente en las provincias de Tarragona, Castellón y Barcelona y rondarían el centenar en base a las que han presentado denuncia y otras que ya han podido ser plenamente identificadas a lo largo del prolongado periodo de actividad de este grupo.

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Los líderes de la secta llegaron a realizar pruebas de confianza a los adeptos más devotos donde se les exigió el pago de más de 10.000 euros bajo la promesa de acceder al círculo más cercano de la maestra y, si se negaban, se les amenazaba con ser repudiados por el resto de personas del único lugar del que ahora formaban parte tras su separación del resto de su entorno social.

Grupo exclusivo

Asimismo también existía un grupo más exclusivo y con una mayor relevancia en la jerarquía de la secta conocido como «el Círculo» o «los Veteranos», formado por varias personas, algunas de las cuales llevarían más de 15 años inmersas en ese colectivo, y sobre a los que a su vez se desvelaban intimidades y datos personales del resto de miembros para que pudieran ejercer influencia sobre ellos.

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En el registro practicado en el chalet donde se realizaban las sesiones grupales y las de supuesta psicoterapia, se ha hallado una importante cantidad de dinero en efectivo, repartido en sobres con anotaciones de los nombres de las supuestas víctimas; listados de pagos por sesiones realizadas; sustancias psicotrópicas empleadas para llevar a cabo los diferentes rituales y cuya finalidad era provocar en las víctimas un estado de alucinación, enajenación mental y una total pérdida de la voluntad; y una gran cantidad de agendas y anotaciones correspondientes a la vida y datos personales de personas que pudieran ser víctimas del entramado sectario.

La investigación ha sido dirigida por Juzgado de Instrucción 3 de Castellón, a cuya disposición han sido puestos los tres detenidos, así como todo el material y evidencias halladas durante el registro. La operación ha sido llevada a cabo por agentes del Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Tarragona, de la Jefatura de Información (UCE-3) y de la Comandancia de la Guardia Civil de Castellón.

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