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Varios animales se refrescan en Bioparc. Jesús Signes

Rugidos, helados y baños: así es un día de calor en Bioparc

El parque zoológico de Valencia pone en marcha ingeniosas medidas para que elefantes, chimpancés e hipopótamos sobrelleven las altas temperaturas

María García-Romeu Torré

Valencia

Jueves, 18 de julio 2024, 00:36

Son muchas las formas en las que Bioparc lucha contra las temperaturas extremas. En el caso del frío los animales beben caldo caliente, comen más calorías, disponen de cobijos y las rocas y agua de su hábitat son recalentadas. ¿Y en verano? Se refrescan ... las instalaciones con agua, algunos animales reciben 'baños' y se crean charcos de barro para los elefantes y rinocerontes. Por supuesto, también hacen uso de las zonas sombreadas de su hábitat y aquellas especies a las que le gusta el agua se dan un chapuzón en los lagos del mismo.

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Pero quizás la medida más llamativa son los helados. Sí, los animales también disfrutan de ellos, aunque son bastante distintos a los que comemos los humanos. Curiosa por ver este protocolo en acción, me dirigí al parque para ver a los cuidadores llevar a cabo esta labor.

A los leones les tocaba un helado de sangre y carne, una práctica bastante común en diversos zoológicos del mundo para mantenerlos frescos en verano. Puede que algunos lo llamen asqueroso y piensen que los humanos nunca tomaríamos algo así, pero en lo personal yo no pude evitar pensar en el tofu de sangre de pato, uno de los ingredientes más codiciados para cocinar en el caldo del hotpot. O en las morcillas. Así que no, no somos tan diferentes.

Esperábamos con los ojos abiertos, impacientes por ver la reacción del gran felino, como un chef esperaría a ver la expresión de un comensal al degustar su plato estrella. Resulta ser que no nos llevaríamos una reseña de cinco estrellas por su parte, pues lamió el helado una o dos veces y rápidamente perdió el interés. Al ver que la leona se acercaba, cruzamos los dedos de nuevo, a la espera de que le gustara más el plato que a su compañero de hábitat. Nada más puso sus garras en la comida, los felinos intercambiaron rugidos y la hembra se aferró a su «presa» con más fuerza para reafirmar su propiedad. Se rompió así la ilusión de que son lindos gatitos en talla grande. A los segundos, el macho pareció acordarse de que no le había gustado el postre y por tanto no le interesaba luchar por él, alejándose y dejándonos solos con una leona dando felices lengüetazos y mordiscos al premio que sostiene entre sus manos.

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La leona del Bioparc disfruta de un helado. Jesús Signes

Después, era el turno de los chimpancés. Si bien muchos se atreverían con un tentempié con un extra de sangre, creo que el porcentaje de gente dispuesta a acompañar sus frutas y verduras con gusanos es mucho menor. Sí, los insectos forman parte de la dieta de estos animales y por tanto fueron incluidos como ingrediente en este particular helado que probablemente no se vendería muy bien en el supermercado. Y sin embargo, a ellos les encantó, tomando pedazos con ilusión para probarlos en las ramas y en la hierba. A pesar de todos los animales felices, no pude evitar fijarme en Natalia, aún de luto y sentí mi corazón romperse un segundo.

Chimpancé degusta el aperitivo en las ramas. Jesús Signes

En su hábitat hay agua que los separa de los gorilas y por tanto muchos se preguntarán; ¿por qué es necesario el helado? Según me explicaron los cuidadores, a los chimpancés no les gusta nadar. Eso sí, a veces meten sus manos en el agua para refrescarse o incluso se atreven con los pies en las áreas poco profundas. Hablando de agua, antes de ir al siguiente hábitat, me despedí de un habitante del recinto al que nadie parecía prestar atención, pues no es igual de llamativo como los simios. Adiós, señora carpa, yo sí me acordaré de usted.

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Me encontré con algunos de sus amigos en el impresionante hábitat de los hipopótamos, los siguientes destinatarios de los aperitivos, esta vez de verduras pero sin gusanos. Al principio, tuvieron un poco de dificultad, no conseguían encajar la comida en sus bocas. Con esfuerzo lo acabaron consiguieron y sus poderosas mandíbulas hicieron el resto, triturando fácilmente el helado. Todo esfuerzo tiene su recompensa.

Un hipopótamo consigue al fin hincarle el diente a su helado. Jesús Signes

Como curiosidad, los hipopótamos no sudan, sino que segregan una sustancia rojiza que les ayuda a proteger su piel y evitar infecciones. Debido a su particular color, antes se pensaba que estos animales sudaban sangre.

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Cerca de su casa, se encuentra la de las tortugas. En este caso no hablamos de tortugas marinas, sino de las de Aldabra, la segunda tortuga más grande del mundo y que actualmente se encuentra en peligro de extinción. Esperemos que el helado les ayudara a mantenerse igual de frescas que sus parientes que pasan gran parte de su vida en el agua.

Tortuga se refresca con un helado. Jesús Signes

Y por último, visité a los elefantes africanos, especialmente emocionada por conocer a la nueva cría que nació en marzo. Los cuidadores me revelan que probablemente no entrará al agua a recoger los helados que lanzan allí para ser recogidos, pues aún no ha entrado al lago ni una sola vez.

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En efecto, fue su madre quien entró al agua para recolectar el botín con su trompa y llevárselo a su cría que le esperaba en la orilla. En otro acto de amor materno, aplastó el helado de frutas y verduras para que su retoño pudiera disfrutarlo en piezas más pequeñas.

La cría disfruta de la comida con su madre. Jesús Signes

Ahora puede surgirnos una pregunta. ¿Por qué necesitan los elefantes ayuda cuando pueden mantener una temperatura corporal óptima incluso a los 40 °C en su hábitat natural? La respuesta es más simple de lo que parece: necesitan ciertas condiciones y un ambiente muy concreto para lograrlo. Al no tener glándulas para sudar, dependen de la sombra y sus baños en agua y barro. También dirigen la sangre de la superficie de su piel al resto del cuerpo para distribuir el calor.

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Galería Jesús Signes
Galería Jesús Signes

Y así terminó mi viaje en Bioparc, pero este cuenta con muchas muchas actividades para realizar este verano y más animales a los que visitar, incluyendo una nueva camada de rata topo.

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