Agencias
Miércoles, 21 de febrero 2024, 17:37
Una empresa de Texas, Intuitive Machines, intenta este jueves 22 de febrero de 2024 convertirse en la primera compañía privada en posarse en la Luna, tras varios intentos fallidos de competidoras de ese sector. El módulo de alunizaje, de la serie Nova-C y que transporta experimentos científicos de la NASA, despegó de Florida la semana pasada con el aterrizador Odiseo, bautizado así en honor al legendario personaje de la 'Ilíada' -el Ulises de los romanos- que tardó casi diez años en regresar a Ítaca tras la guerra de Troya en un viaje plagado de penalidades que se relata en la 'Odisea'.
Publicidad
Si Intuitive Machines consigue su hazaña no sólo marcaría un hito importante para el sector espacial, sino que también lograría el primer alunizaje de una sonda estadounidense desde el final del legendario programa Apolo en 1972.
El intento de alunizaje está previsto a las 16H49 hora de Houston, en Texas, donde se encuentra la sala de control de Intuitive Machines (22H49 GMT, las 23:49 en horario peninsular en España).
El módulo de alunizaje, bautizado Odysseus, funcionará con paneles solares y se espera que funcione siete días desde el momento en que se posa.
El sistema de propulsión de la nave, crucial para el alunizaje, ya ha sido probado con éxito en vuelo. Este miércoles tenía que superar otra etapa importante: entrar en órbita lunar a unos 100 km de altitud. Permanecerá allí unas 24 horas antes de su descenso final, totalmente automatizado y que podrá seguirse en directo en el sitio web de la NASA.
Desde una altitud de 30 metros, el módulo de alunizaje bajará en vertical a una velocidad de tres metros por segundo, antes de frenar a un metro por segundo durante los últimos diez metros. Intuitive Machines espera poder confirmar el alunizaje unos 15 segundos después de que los seis pies de la sonda toquen tierra.
Publicidad
El objetivo de Intuitive Machines está situado a unos 300 kilómetros del polo sur de la Luna. Las misiones Apolo aterrizaron más cerca del ecuador. El polo sur lunar es de especial interés porque contiene agua en forma de hielo, que podría explotarse. El cráter que servirá de pista de alunizaje se llama Malapert A, en honor a un astrónomo del siglo XVII.
Fundada en 2013 en Texas, Intuitive Machines forma parte del programa de la NASA Commercial Lunar Payload Services (CLPS), una especie de subcontrata de la agencia espacial estadounidense, que deja en manos de una firma privada el lanzamiento y el módulo de aterrizaje para acarrear material científico a la Luna. Es la misma fórmula empleada con la mencionada Astrobiotics. «El éxito de la misión IM-1 sentará las bases para una economía lunar próspera, abriendo nuevas posibilidades de investigación, comercio y exploración, y acercando el sueño de la humanidad de convertirse en una especie multiplanetaria», ha apuntado la propia compañía.
El pasado 19 de enero Japón se convirtió en el quinto país en conseguir aterrizar en la Luna gracias a la nave SLIM. El éxito fue parcial porque el artilugio quedó en mala posición y tuvo que ser desconectado para que no se agotaran las baterías. Antes solo lo habían logrado Estados Unidos, la Unión Soviética, China y la India, estos dos últimos en la última década. En lo que va de siglo solo los tres países asiáticos mencionados han logrado alunizar con éxito.
Publicidad
Pero los estadounidenses, que pretenden enviar astronautas a la Luna a partir de 2026, llevan más de 50 años sin hacerlo. Y ninguna de las empresas privadas que lo han intentado (israelíes, japonesas o estadounidenses) lo ha conseguido.
El módulo de aterrizaje lunar, de poco más de cuatro metros de altura, transporta seis cargamentos privados (incluidas unas esculturas del artista contemporáneo Jeff Koons que representan las fases de la Luna) y seis instrumentos científicos de la NASA. Incluye además un sistema de cámaras desarrollado por la Universidad de Aeronáutica Embry-Riddle, que será eyectado 30 metros por encima de la superficie lunar para captar desde el exterior el momento del alunizaje.
Publicidad
Entre el material embarcado hay unas cámaras situadas bajo el módulo de aterrizaje lunar que analizarán la cantidad de polvo arrojado durante el descenso, con el fin de compararlo con los alunizajes de Apolo. Otro instrumento estudiará el plasma lunar (una capa de gas con carga eléctrica) y medirá las ondas de radio procedentes del Sol y de otros planetas.
El contrato firmado por la agencia espacial estadounidense para esta primera misión de Intuitive Machines asciende a 118 millones de dólares. Se trata de la segunda misión del nuevo programa CLPS de la NASA, que ha encargado a empresas privadas que lleven su material científico a la Luna, en lugar de desarrollar ella misma vehículos para hacerlo. El objetivo es reducir los costos para la agencia pública pero seguir desarrollando la economía espacial.
Publicidad
Una primera misión, dirigida por la empresa estadounidense Astrobotic, fracasó el mes pasado, y este año están previstas al menos otras cuatro misiones estadounidenses, entre ellas otras dos de Intuitive Machines. Para la NASA, estas misiones prepararán el regreso de astronautas a la Luna en el marco de su otro programa emblemático: Artemisa.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.