«Los campistas se preocupan por cómo va a afectar el calor»

La limitación del acceso a los 15 parques naturales que la Generalitat decretó ayer preocupa al sector de los campings por su ubicación. Esta opción turística ideal para muchas familias puede ver mermada su actividad estos días por la ola de calor que ya acecha a la Comunitat, aunque por el momento las reservas se mantienen intactas sin ninguna cancelación.

El camping Ribamar, situado en el paraje natural de la Sierra de Irta, si que ha sido avisado de la previsión de las temperaturas, aunque siguen a la espera de conocer bien las medidas publicadas en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV). «La gente se preocupa y tiene curiosidad por cómo va a afectar la ola de calor», afirma una empleada. También están pendientes de cualquier incendio que pueda ocasionarse.

El camping Sierra Calderona, localizado en la misma, asegura que es un recinto cerrado y que el acceso no se vería afectado ya que se entra por Estivella. «Los campistas no suelen salir. Disfrutan de las actividades que les ofrecemos», asevera.

El camping Mariola por su parte, puede que sea uno de los más afectados al ubicar sus instalaciones dentro del parque natural de la Sierra de Mariola. «Los clientes no pueden salir en coche por la montaña porque solo hay senderos», cuentan. Habitualmente, en este establecimiento las personas salen a dar un paseo o visitar el paraje con bicicleta. Desde el centro, lamentan que la prohibición de este tipo de ocio afectaría en gran parte. «Si esto va a más puede que nos fastidie la temporada», declaran. Aun así, no quieren adelantar acontecimientos. De momento, el alojamiento está al completo y esperan que siga así hasta finales de verano.

Chulilla es uno de los municipios más frecuentados en la campaña estival por su ruta senderista y que ya se encuentra en nivel 3 de preemergencia. Ángel Martínez, técnico de turismo del ayuntamiento, garantiza que se ha cerrado la ruta y se prohíbe hacer fuego: «hemos llegado a los 40 grados, pero estamos acostumbrados a que haya una semana todos los veranos en la que apriete más el calor».