La Fundación María Antonia Clavel musealiza los restos arqueológicos más antiguos de Chelva

Ubicado en la plaza Mayor de la capital de la Serranía se localiza el antiguo Palacio Vizcondal de Chelva, edificio conocido popularmente como «La Posada», sigue mostrando toda la rica historia entre sus muros, entre la que destaca el que fue el origen de la localidad. Dicho inmueble es propiedad de la Fundación María Antonia Clavel, institución centenaria presidida por Gustavo Fombuena, la cual lleva apostando de forma continua desde 2016, por recobrar patrimonialmente el esplendor de este monumento, Bien de Interés Cultural, el cual alberga el alcázar almohade, la iglesia medieval de Chelva y el palacio Vizcondal, una amalgama de edificaciones digna de estudio.

Los trabajos arqueológicos, dirigidos por Juan José Ruiz, han permitido reescribir los orígenes de la población de Chelva. El documento más antiguo que hacía referencia a 'Silva' (nombre de Chelva en latín), era el hitario del rey visigodo Wamba del 675 d. C.. Sin embargo los descubrimientos arqueológicos retrotraen los orígenes de la población a época ibérica, en concreto al siglo IV - III a. C.

Los hallazgos efectuados se sitúan en el interior de la torre del homenaje. Previamente a la existencia de la torre en cuestión, se documentó, en la campaña de 2016–2017, una estructura de adobes datados entre los siglos IV y III a. C., es decir de época ibérica plena. Dicho muro cuenta con unas dimensiones de 3,12 metros de longitud x 50 centímetros de anchura y 38 centímetros de alzado (medidas parecidas a los adobes del yacimiento del Tos Pelat de Moncada excavado por Josep M. Burriel) y también dos cubetas (con unas medidas de 70x70 centímetros y 80x80 centímetros) con funciones artesanales. Las estructuras en cuestión se vieron afectadas por la construcción posterior de la torre del siglo XII.

En cuanto a las piezas cerámicas de época ibérica cabe destacar la aparición de bordes y asas que se atribuyen a las formas de pátera, paterita, tinaja, tinajilla, calicoforme y tapaderas.

De este modo, la principal novedad es que los vestigios arqueológicos más antiguos de Chelva, situados en el palacio Vizcondal, ya son visitables, pues se abre al público, este sábado a las 12:30, la sala en el interior de la torre del homenaje, donde se pueden observar y disfrutar de los restos de época ibérica que están conservados y protegidos. El visitante podrá recibir una magnífica explicación realizada por los técnicos de la fundación María Antonia Clavel.

Estos orígenes se remontan a la construcción de muros de adobe y balsas de producción artesanal probablemente para la realización de vino, descubiertos en una de las campañas de excavaciones.

Entre sus paredes también se vivió el miedo de las guerras, como las carlistas o la propia Guerra Civil española, con participantes en los conflictos que dejaron sus pequeños 'autógrafos' en algunas paredes.

Y es que el Palacio Vizcondal siempre ha sido objeto de la demanda de vecinos y visitantes, quienes han acudido ávidos a las diferentes convocatorias que se han efectuado en los últimos años a la hora de mostrar la riqueza de un edificio que reúne construcciones de muy diferentes épocas y que sirve para explicar muy bien la historia de la localidad.

La Fundación María Antonia Clavel de Chelva lleva realizando una labor de difusión cultural desde hace años, entre las que destaca la visita cultural al palacio que es de su propiedad. Es por ello que lo está poniendo en valor y acondicionándolo a la accesibilidad de los visitantes. El 7 de junio de 2021 se solicitó una autorización a la Dirección Territorial de Cultura para instalar un ascensor que, por el momento, aún está pendiente de aprobación.

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