Una histórica de TVE enamorada de Chelva

Una enamorada absoluta de Chelva y a quien le brillan los ojos cuando habla de la localidad, cosa que hace con el mayor de los entusiasmos. La histórica periodista Elena Martí, un rostro habitual durante varias décadas en Televisión Española, pasa un nuevo verano, y ya son muchos, en la población de los Serranos. Allí, en sus paseos, revisita espacios más que conocidos y recupera la mirada y los recuerdos de sus antepasados, empezando por su padre, natural de Chelva.

Además de hija es nieta y biznieta de chelvano. Su padre, por cuestiones laborales, emigró a Madrid. Sin embargo, allí, en medio del bullicio de la capital y lejos de la tranquilidad no olvidaba nunca a su Chelva natal y no veía la ocasión para volver a sus orígenes. Así, el 'virus chelvano' entró en la casa y afectó a la madre de Elena, natural de Getafe, y a toda la familia en general, que aún hoy disfrutan de la vivienda familiar en el municipio.

Hoy, ya desligada del ajetreo del mundo activo del periodismo, esta experta en información internacional que también pasó por el mítico Informe Semanal y por otros programas como En Portada, revisita espacios mil veces vistos pero que no dejan de sorprender, como el Palacio Vizcondal, toda una amalgama de construcciones y periodos históricos en un mismo espacio: «Chelva es los paisajes de mi infancia y mi adolescencia. Es un pueblo muy bonito y con mucha sustancia, con una parte antigua muy bien conservada».

Entre sus múltiples recuerdos de los veranos en la localidad están las meriendas en la Torrecilla o los baños en el agua helada de la antigua piscina además de las excursiones al acueducto de la Peña Cortada.

«Para mí estar en Chelva supone reencontrarme conmigo misma y me acuerdo de mi padre y de mi madre, a quien también le afectó la 'chelvanía' pese a ser madrileña», comenta entre risas.

El verano es la época en que más visita Chelva, pero también acude, cuando puede, en otros momentos del año como Semana Santa o Navidad. A causa de su origen, en Chelva son conocidos como «los madrileños» por los vecinos, apunta con cariño. La tradicional celebración de San Antón, en pleno mes de enero, también es otra de las fiestas que ha disfrutado en algunas ocasiones.

Después de licenciarse en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid y de conseguir el título de Periodismo en la Escuela Oficial de la capital, Martí entró en Televisión Española en el año 1966, donde ejerció labores tan dispares como locutora de continuidad en la antigua UHF o directora del mítico programa Informe Semanal que aún sigue emitiéndose y que ha superado ya los 50 años desde su creación. En TVE permaneció hasta su jubilación, en el año 2007. Siguió conectada al mundo de la información con una columna sobre su verdadera pasión: la información internacional. Ahora, en su descanso, sigue más que interesada en continuar conociendo la actualidad diaria.

El periodismo actual lo ve con una cierta mirada crítica: «Ya la tenía en mi última etapa profesional», matiza, porque la reflexión y el análisis «han quedado arrinconados por la inmediatez y la rapidez», problema que se ha ido acentuando con el paso del tiempo. «Y eso que yo soy de telediarios», acentúa.

En su trayectoria profesional tuvo relación con muchos grandes periodistas que luego también tomaron otros caminos muy diferentes. Recuerda que el ahora escritor y académico Arturo Pérez-Reverte le dio a leer 'El húsar', su primera novela, antes de que ésta se publicara: «Me dijo: 'A ver qué opinas' y yo le contesté que me parecía estupenda. Arturito», rememora con agrado, «era el reportero aguerrido. Trabajamos muy bien juntos».

Hoy, cuando esa labor profesional ya es un recuerdo, Martí recorre las calles de Chelva, acompañada por los suyos para rememorar a aquellos que ya no están entre nosotros y que le inocularon ese bendito virus de la 'chelvanía', como a ella le gusta llamar, el amor por una localidad que atrapa a quien la ha vivido.

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