El pintor holandés que ama a Sorolla

Allí reside, junto a su mujer, Helma, también artista, escultora. Así, no es de extrañar que su casa, acondicionada a su gusto gracias también a las habilidades de Ben como carpintero, hobby en el que también se maneja con maestría, sea de las que dejan con la boca abierta. Cuando la adquirieron «era una ruina». Hoy no hay ni rastro de esa decadencia y la vivienda rebosa más que arte por los cuatro costados.

Ben es un veterano artista (73 años) que vive en una casa del barrio del Arrabal y que sigue 'enseñando' a pintar a todo el mundo. Tiene nada menos que 273.000 seguidores en YouTube, donde enseña técnicas de pintura con su vídeos en inglés. Sus clases virtuales ya han recibido más de 15 millones de visitas, lo que indica la calidad de sus lecciones y la casi veneración que genera entre quienes desean mejorar.

Explica que la mayoría de sus alumnos se encuentran a mucho miles de kilómetros, por ejemplo en California (Estados Unidos), pero también los hay en muchos otros países, desde Filipinas hasta Vietnam pasando por Colombia.

Después de más de 25 años realizando retratos por encargo y viajando por toda Europa ahora ha llegado el momento de su jubilación.

Ha querido parar esa vorágine de peticiones a la que se tuvo que enfrentar debido a su gran calidad pictórica. «Era el momento adecuado para detener esto. Lo he hecho con mucho gusto todos estos años. He tenido éxito. Sí. Lo digo yo mismo».

Entre sus muchos encargos se encuentra los realizados para la reina Beatriz de los Países Bajos, las hijas de un presidente francés y notables científicos internacionales. Sus obras han estado expuestas en diferentes galerías de Holanda e Inglaterra.

Todo eso ha sido bonito. Pero ahora ha decidido parar «y lo he hecho con mucho gusto». Ahora quiere centrarse «en transmitir lo que sé sobre el retrato al gran público».

Y en eso se ha convertido su canal de YouTube. Unos 80 tutoriales para más de 270.000 suscriptores con más de 15 millones de visualizaciones: «Tenía muchas ganas de ofrecer todo esto gratis porque un dólar en Estados Unidos no tiene el mismo valor que un dólar en Etiopía, por decir algo».

Desde la tranquilidad y el reposo que transmite, que no quiere decir parar de hacer cosas, Ben transmite otra lección, esta vez no de pintura sino de cómo afrontar cada fase de la existencia: «Una vez leí una cita de alguien que decía: el primer tercio de tu vida es para aprender, la segunda parte es para generar ingresos y la última parte es para compartir todo lo que has aprendido con todos. Esa idea realmente me atrajo». Y eso pretende seguir haciendo en este tercer periodo de su vida.