Los padres de Wafaa: «¡Que se pudra en la cárcel y no salga nunca!, mi hija no se merecía esto»

Un altar con la imagen de Wafaa con una vela encendida y un ramo de flores recibe a los visitantes en la casa de una familia que se debate entre la incredulidad, la rabia y la ahora esperanza en la justicia.

-Ustedes siempre han tenido esperanza hasta el último momento de volver a ver con vida a su hija...

-Siempre, siempre. Pensábamos que estaba retenida, secuestrada en algún sitio. Con alguien que ella conocía muy bien, porque nuestra hija no se subía al coche de cualquiera. Lamentamos que las que decían ser sus amigas ahora sí que hablan y dicen que estaba obsesionado con ella cuando les pedimos, por favor, que nos dijeran todo lo que supieran, quien pudiera estar detrás de ella y entonces callaron.

-¿Cómo van sobrellevando este desenlace?

-Estoy aquí gracias a las pastillas -dice Soraya-. Sé lo que significa que un ser querido se te muera, perdí a mi hermano en un accidente con 29 años, pero morir así, como ha muerto mi hija, no me entra en la cabeza, ¡tanta maldad!. Nos destrozó la vida hace 18 meses- asegura Nabbil-. Nuestros otros dos hijos han bajado el rendimiento en sus estudios, yo saco fuerzas de dónde no las hay, pero mi mujer no alza cabeza. A ella como a nosotros nos tiene obsesionados cómo asesinaron a nuestra hija, eso no se nos quitará en la vida. Estrangulada, tirada a un pozo sin ropa, cuánta maldad. No lo entendemos. Lo peor es que la teníamos aquí al lado, en una finca por donde mi mujer iba muchas veces a pasear con las amigas. Ni un cuarto de hora andando.

-Conocían a su asesino, ¿sospechaban de él?

-Wafaa- contesta su padre- utilizaba el móvil de su madre y en el whatsapp estaba el contacto de David. Lo llamé varias veces y ni me contestó. Le envié un audio fuerte que tampoco me contestó y fue cuando se lo transmití a la UCO, fue en el primer mes que desapareció.

-Si lo tuvieran cara a cara, ¿qué le dirían?

-Yo( el padre) le preguntaría si le haría lo mismo a su madre o hija. -Soraya lo corta tajante- No, no, lo que he sentido yo no quiero que nadie lo sienta. Nadie, nadie se merece sufrir así. Le diría ¡que se pudra en la cárcel y que no salga nunca! porque mi hija no se merece esto.

-Han dicho que se han dicho muchas mentiras sobre su hija.

-Hemos sufrido mucho porque mi hija no era prostituta como se dijo. Ella sí que era muy sociable, tenía muchos contactos en redes sociales y la quería todo el mundo en La Pobla. Hasta los niños la han llorado porque vivimos frente al colegio y siempre se mostraba cariñosa con todos ellos. Pero nosotros no estamos ahora en eso, ni queremos hablar más de ello porque tenemos un único enemigo que es 'El Tuvi'.

-¿Cómo valoran el trabajo realizado por la Unidad Central Operativa de la Guardia -Civil en todo este tiempo?

-Excelente. Ellos siempre nos han asegurado que habían encontrado algo y que estaban tras la pista. El día que lo detuvieron, vinieron a casa y nos dijeron que era seguro él y que iban a buscar el cuerpo de Wafaa. Siguen aún investigando, por eso aún no nos han entregado sus restos. Ayer mismo volví a llamar a ver cuándo nos los entregaban -dice Nabbil- porque mi mujer está obsesionada con que le entreguen un mechón de su pelo.

-¿Y el apoyo de La Pobla Llarga?

-Nos hemos sentido desde el primer momento muy arropados. Siempre han estado con nosotros, incluso nos han traído comida. Porque a mi hija la conocía todo el mundo. Han realizado concentraciones y la pancarta con la imagen de Wafaa y el mensaje desde el primer momento está en la fachada del Ayuntamiento y aún lo mantienen. También nos sentimos muy orgullosos porque el pueblo haya declarado un día en recuerdo de Wafaa.

-¿También es fundamental el apoyo de la familia y los amigos?

-Las dos amigas íntimas de mi hija siempre, desde el primer momento han venido y si no han podido venir por el trabajo, me han llamado. Siempre han estado ahí, pero las demás que decían ser sus amigas, no, no. Pero cuando vienen tanto ellas, como familiares y amigas me pregunto por qué, porque yo aún no me lo creo, no me entra en mi cabeza lo que le ha pasado a mi hija, la echo tanto de menos. No me lo creo. Quiero saber por qué ha hecho esto, por qué, tanta maldad, la manera en la que la mató, por qué. Si hubiera muerto por enfermedad, por accidente, pero de esta forma, no me entra en la cabeza. No quiero imaginarlo. Después de 20 y 25 años que no salga, ¡No, no, que se pudra! -clama Soraya contra David S. y pega un puñetazo sobre la mesa-.

Además de esperar los restos de sus hija, la familia de Wafaa y el Ayuntamiento están organizando una manifestación que se celebrará en Valencia.