Dos ancianos se quedan sin casa y tienen que vivir en una caravana

David y Concepción llevan trabajando desde los 11 años en el calzado, soñaban con una jubilación tranquila pero antes de cumplir los 65 a él le detectan un cáncer, tiene metástasis, y pierden su vivienda de la que apenas les quedaban 30.000 euros por pagar.

Su cuota era de 400 euros y no tenían problema porque cada uno tiene una paga de 500 euros, pero el banco donde tenían la hipoteca, Citibank cambió de nombre y ellos no recibieron ninguna notificación oficial, temieron ser engañados y dejaron de pagar esperando esa notificación. Sólo querían que ante notario se les aseguraba que iban a seguir pagando a otra entidad pero que no les estaban engañando.

Pasaron dos años y, de la noche a la mañana, sin tampoco recibir avisos de desahucio se presentó la comisión judicial en su casa. Sólo les dieron un plazo de un mes. El 15 enero del 2013 se marcharon sin poder siquiera sacar sus pertenencias. Su casa ya había sido subastada. Concha ha escrito 300 cartas a la Moncloa, hace unos días se presentó allí con la intención de quedarse hasta que alguien la recibiera, pero finalmente se marchó. Está dispuesta a hacer huelga de hambre y seguir luchando hasta que alguien revise su caso. De momento viven en una caravana que tienen en un terreno que les han prestado y cuidan de sus animales.