Caen las multas de tráfico en la Comunitat pero aumentan los conductores cazados por radares fijos

El incremento de tráfico registrado en las carreteras valencianas a lo largo del pasado año no ha venido acompañado, al menos en términos absolutos, de un aumento en el número de sanciones, sino todo lo contrario. Sin embargo, los datos desvelan que, pese al descenso general, sí que crecen las multas por exceso de velocidad leves (aquellas que no llevan aparejadas la pérdida del puntos del carné) captadas por radares fijos y, sobre todo, las infracciones registradas en las áreas urbanas, lo que pone de manifiesto la progresiva conexión de los ayuntamientos valencianos con el sistema de detracción de puntos del carné de conducir implantado por la DGT.

En concreto, según los datos proporcionados a LAS PROVINCIAS por la delegación provincial de la DGT, a lo largo de 2015 se interpusieron en la Comunitat 93.166 sanciones a conductores que llevan aparejada la pérdida de puntos en el carné, casi un 15% menos de las 109.392 infracciones contabilizadas un año antes y un 24% menos que en 2012.

De este grupo de sanciones graves destaca principalmente el descenso de la cantidad de multas relacionadas con el exceso de velocidad (en autovía, unos 30 kilómetros por hora por encima del límite). Así, en la Comunitat se ha pasado de las 57.204 de 2014 a las 36.529 del pasado ejercicio (-36%).

Sin embargo, el total de sanciones relacionadas con pisar más el acelerador de lo permitido, incluyendo las leves que sólo llevan aparejada una multa económica de 100 euros, ha crecido casi un 13% en el ámbito de los radares fijos, pasando de las 125.055 de 2014 a las 141.236 del año pasado, una cantidad que duplica a las registradas en 2013. Para el presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, estos datos demuestran los fines «claramente recaudatorios» de los radares fijos, dispositivos que, en su gran mayoría, se ubican en autovías y autopistas.

En esta línea, añadió que los datos tampoco se corresponden con el anuncio de la DGT de primar los radares móviles en carreteras secundarias para reducir la siniestralidad, ya que estas vías son las que más accidentes concentran. A lo largo de 2015, las sanciones de estos dispositivos móviles cayeron más de un 21%, pasando de las 132.120 de 2014 a las 103.692 del pasado año. «Esto nos da a entender que prima más conseguir un mayor número de multas que velar por la seguridad vial», lamentó Arnaldo, apoyado también en que mientras descienden las sanciones graves que restan puntos, aumentan las leves, que únicamente castigan con una sanción económica y que, en la mayor parte de los casos, se interponen por sobrepasar por poco los límites de velocidad en vías de dos y tres carriles.

En esta línea, el presidente de AEA se mostró también especialmente contrariado ante el importante incremento experimentado por el grupo de sanciones graves que no están relacionadas, expresamente, con el exceso de velocidad, los elementos de seguridad (no llevar puesto el caso, el cinturón de seguridad o a los niños en sillita), el uso del teléfono móvil al volante o conducir bajo los efectos del alcohol. El resto de infracciones graves se disparan en más de un 53%, pasando de las 16.662 de 2014 a las 25.546 del pasado ejercicio. En este grupo se incluyen aspectos como conducir de forma temeraria o en sentido contrario, circular con dispositivos inhibidores de radar, saltarse un stop, un ceda o un semáforo en rojo.

Arnaldo interpreta este aumento, por un lado, en la progresiva adhesión de los ayuntamientos al sistema del carné por puntos o, más concretamente, a que trasladen la información de estas sanciones a la DGT, práctica que en la mayoría de las poblaciones no se venía realizando al entenderla como una medida impopular, sobre todo en periodos próximos a las elecciones.

Junto con la progresiva desaparición de esta supuesta falta de conexión con Tráfico, Arnaldo también cree que han contribuido al incremento los sistemas de foto-rojo, es decir, dispositivos colocados en los semáforos y que fotografían a los conductores que se los saltan.