JOAQUÍN BATISTA
Miércoles, 9 de noviembre 2016, 19:07
Los colegios concertados que decidieron formar parte del programa Xarxallibres no habían recibido hasta ayer ni un euro de las cuantías prometidas por Educación para la renovación y reposición del material que conforma los bancos de libros. Y eso que el curso empezó hace dos meses. En la práctica, las subvenciones deben servir para completar los lotes, desde sustituir ejemplares que no estén en condiciones de ser utilizados por su mal estado hasta comprar manuales nuevos porque con los que devolvieron las familias no hay suficientes para todos los alumnos.
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Además, las cuantías financian todos los libros de 1º y 2º de Primaria, que en este caso no se pueden reciclar al ser fungibles y trabajar los niños sobre las propias hojas. De hecho, deben ser comprados por los centros año tras año.
Tal y como explican los diferentes centros consultados, el impago se está trasladando a las librerías o las editoriales suministradoras en la mayoría de los casos. Al fin y al cabo los alumnos cuentan con el material desde principios del curso, por lo que el pago quedó a la espera de la recepción de los fondos. También hay situaciones distintas, como las escuelas que pidieron a los padres que asumieran la compra hasta que se concretara la subvención o las que al disponer de fondos propios han adelantado la inversión.
La falta de pago fue una de las cuestiones que se trató a principios de noviembre en una reunión convocada por la patronal Escuelas Católicas, que ya advirtió a finales del curso pasado de que la organización planteada por la conselleria implicaría que los centros volverían a financiar a la administración, algo que ya ha sucedido con anterioridad con las becas de comedor o en el caso de Infantil con el bono que cofinancia el puesto escolar en el Primer Ciclo.
El programa Xarxallibres tenía como principal objetivo que las familias con alumnos en las etapas obligatorias no tuvieran que asumir gastos en materia de libros de texto a partir de este curso. Sin embargo, la gratuidad no ha sido total, tal y como han acreditado las diferentes organizaciones de Ampas. El problema se ha centrado en Secundaria, donde la adaptación a la Lomce de los cursos pares ha implicado en muchos casos el cambio del lote completo de libros. Los entregados por las familias el curso anterior no servían, y las cuantías para renovación y reposición establecidas para este ejercicio no han cubierto la compra de los ejemplares nuevos necesarios.
La conselleria, que considera que no era pertinente cambiar todos los manuales para adaptarse a la reforma educativa, atribuyó esta decisión a los consejos escolares de los centros, que actuaron en base a su autonomía. Al final, las familias han tenido que asumir los libros que no se han podido comprar desde las propias escuelas.
La primera parte del programa consistía en financiar a los padres la adquisición de los manuales del curso pasado través de ayudas de hasta 200 euros. La idea era incentivar la devolución de los ejemplares para crear bancos. Aunque los primeros cien se han abonado en la mayoría de los municipios, no ha sucedido lo mismo con los restantes, al menos en grandes ciudades como Valencia o Alicante. De estas, sólo Elche ha cumplido.
La creación del banco de libros fue voluntaria para los colegios concertados. Eso sí, quienes se acogieran podrían disponer de la subvención, por una cuantía limitada, para la renovación o reposición. Según se desprende de la convocatoria, oficial desde el 15 de julio, los interesados debían presentar la solicitud, como tarde, el día 26, y comunicar la relación de libros que necesitaban hasta el 29 del mismo mes.
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La propia orden decía que a medida que se fuera recibiendo esta documentación se agilizaría el abono de las dotaciones correspondientes. Y en el caso de 1º y 2º de Primaria, se podrían conceder los importes «una vez finalizado el plazo de formalización de la matrícula» en estos niveles, que atendiendo a las situaciones excepcionales se extendería en el peor de los casos hasta finales de septiembre.
También se aseguraba que el 50% del importe total concedido a cada centro se podría adelantar una vez la conselleria hubiera resuelto el expediente correspondiente. Aunque es cierto que la convocatoria no marcaba ningún plazo concreto para hacer realidad este pago, de lo expuesto anteriormente se desliza que se afrontaría con toda la celeridad posible. De esta forma se habría facilitado el pago por parte de los colegios a las empresas o negocios suministradores. Uno de los centros consultados ayer explicaba que de haber dispuesto de la cuantía ya habría afrontado algunas de las facturas pendientes.
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Tras ser consultadas por LAS PROVINCIAS, fuentes de la conselleria explicaron que el pago de las primeras cuantías es inminente. Dijeron que ayer mismo se empezaron a realizar las transferencias, y que dependiendo de la entidad bancaria se recibirían a partir de hoy y mañana.
La cuantía restante
Quedará pendiente el pago de la cuantía restante, el otro 50%. En este caso llegará una vez los centros hayan trasladado a la administración las facturas y justificantes de las compras. Las librerías tenían de plazo hasta el 21 de octubre para pasárselas a los colegios, y estos, hasta el 15 de este mes para introducirlas en el programa de gestión Ítaca.
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En este punto muchos centros que venden directamente el material se han topado con problemas, pues desde Educación se les ha pedido un formato concreto que no siempre coincide con el justificante que facilita la editorial, que suele ser global y no diferenciado en función de los cursos o el tipo de compra (reposición de ejemplares sueltos o lotes completos de 1º o 2º). «El problema es que no hemos tenido instrucciones claras desde el principio, por lo que cada centro ha procedido como ha considerado que era mejor», lamentó el director de una escuela de Valencia.
El 73% de los concertados de la Comunitat han optado por crear bancos de libros, lo que se traduce en 279 colegios, mientras que 102 decidieron quedarse al margen. En estos casos, los libros que recogieron de las familias, financiados con las famosas ayudas de hasta 200 euros, se han tenido que poner a disposición de cada ayuntamiento, que decide sobre su uso final.
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En cuanto a los centros públicos, todos están obligados a crear el banco. En este caso el procedimiento para pagar los libros repuestos o los de 1º o 2º no se basa en una subvención, como en los concertados, sino en una transferencia directa en función de las necesidades comunicadas que se hizo efectiva en octubre, según los directores consultados.
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